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El MNAC acoge 3 nuevas obras de arte provenientes del Reina Sofía a su colección permanente. Las tres pinturas se incorporan en las salas del Museo Nacional gracias a un acuerdo de intercambio de depósitos entre los dos museos. Por su parte, el Museo Reina Sofía recibirá cuatro obras de la colección del Museo Nacional de Arte de Cataluña: un Canals, un Urgell, un Nonell y una escultura medieval. ¡Te recomendamos que visites el Museo para recibir como dios manda las nuevas incorporaciones artísticas, pero te enseñamos cómo son porque satisfagas la curiosidad!
'Pintura', de Joan Miró (1949)
La obra de Miró ya se puede ver en las salas de la colección permanente del Museo Nacional. La pieza sirve de punto de partida de las salas dedicadas al arte de posguerra catalán, ya que es una obra de arte que Miró pintó en 1949, cuando ya había vuelto a Barcelona después del exilio. Esta pintura de gran tamaño nos muestra ya el lenguaje de madurez de Miró, combinando contundencia expresiva y refinamiento poético y técnico. También es un testimonio de la influencia que el artista recibió los surrealistas, particularmente del grupo Dau al Set.
'La Guerra Civil', de Celso Lagar (1936)
Esta pintura es una amalgama de escenas diferentes que muestran los dos bandos enfrentados durante la Guerra Civil y los efectos que la violencia tuvo sobre la población. Algunos fragmentos aluden a episodios concretos del conflicto, como la exhibición de los cadáveres profanados de las monjas en el convento de las Salesas de Barcelona y otras escenas nos recuerdan a los fusilamientos de Goya, estableciendo una línea de continuidad con la historia trágica de España. La pintura de Celso Lagar se puede ver en las nuevas salas dedicadas al arte de la Guerra Civil Española, en un espacio dedicado a las víctimas y al papel de la mujer durante el conflicto, junto al retrato de la miliciana Lina Ódena.
'Omorka', de Modest Cuixart (1957)
Esta obra de gran formato nos sitúa en el momento de la abstracción informalista en que se aventuraron muchos artistas como Cuixart. Con este nuevo lenguaje, Cuixart obtendría un gran éxito internacional que culminaría con el Primer Premio Internacional de Pintura de la Bienal de Sao Paulo en 1959. La abstracción de Cuixart sugiere un espacio de oscuridad que contrasta con unos trazos radiantes, que evocan fuerzas cósmicas. Esta será una obra fundamental a la hora de mostrar la potencia y el impacto del informalismo en Cataluña.