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Entre el barrio de Bon Pastor y el centro de Sant Andreu hay un recinto industrial de 9 hectáreas que desde hace quince años está en desuso: la antigua fábrica de Mercedes-Benz. Ahora, gracias a un nuevo proyecto de la mano del estudio de arquitectura Batlleiroig, se le quiere dar una segunda vida en el espacio para convertirlo en el primer 'ecodistrito' de Barcelona.
Según los encargados de diseñar el proyecto, el objetivo de este cambio es "reactivar el antiguo recinto industrial con una nueva actividad económica y residencial, que contribuye al gran proyecto de regeneración urbana del Bon Pastor y el Besòs". También pretende llegar a cohesionar los tejidos urbanos y sociales de su entorno. Y es que, pese a la proximidad de las zonas, la antigua Mercedes-Benz tapona sus conexiones. En este sentido, la propuesta quiere ser un punto de unión entre distintos lugares. Por un lado, de este a oeste, quiere conectar el centro histórico de Sant Andreu con el barrio del Bon Pastor y el futuro parque del Rec Comtal con el parque del río del Besòs. Y, por otra parte, de norte a sur, quiere enlazar el área comercial de la Maquinista y el barrio de Baró de Viver con el espacio del Rec Comtal y el polígono industrial del Torrent de l'Estadella.
La modificación del espacio parte de la reutilización de varios edificios existentes que se destinarán a equipamientos culturales y educativos (de hecho, la escuela Elisava se trasladará allí) y se complementará con la construcción de nuevas obras residenciales y actividades económicas. Así pues, el resultado final será la creación de un barrio de usos mixtos que combinará viviendas (en un 60%, de las cuales el 60% serán de mercado libre y el resto serán de carácter protegido) y altas ocupaciones varias (en un 40%) como, por ejemplo, comercios de proximidad o equipamiento deportivos, entre otros.
Nuevas formas de habitar
El proyecto apuesta por un nuevo modelo de vivienda flexible, versátil y desjerarquizada con espacios exteriores habitables. Según Batlleiroig la idea final es que "los límites entre lo privado y lo común se redefinen, creando un nuevo modelo de vivienda colaborativa". Por eso, el complejo está integrado con calles y espacios verdes, creando así un nuevo espacio de convivencia vecinal, de juego y de fomento de comunidad. En definitiva, esta reforma pretende reformular una nueva forma de vivir, convirtiéndose así en el primer 'ecodistrito' de Barcelona.
La apuesta también lucha contra la emergencia climática. En cuanto a la movilidad, los arquitectos aclaran que la circulación será exclusiva para peatones y bicicletas y que habrá una conexión eficiente en la red de metro. También afirman que el hábitat urbano está diseñado con sistemas y materiales que lo convierten en un refugio climático y que, además, se albergarán unas redes de servicios eficientes que permitirán plantear el ámbito como un sistema circular, que velará por la autosuficiencia y las emisiones de carbón neutras.
