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Hay dos escuelas de cliente de barbería. El que tiene palique y arregla el mundo con el barbero, y el que simula que hace la siesta y se autoinduce la hipnosis veinte minutos para evitar la conversación. Quien escribe tira a desaborido y es de los segundos, pero es que ante la simpatía de Manuel Gil, propietario de la barbería Manolo's, es complicado hacerse el sueco.
Mientras me cortaba el pelo en una barbería en el corazón del Gótico –uno de los pocos comercios de barrio de toda la vida en Escudellers– me enteré de que Manolo's es la barbería más antigua de España de la que se tiene constancia. "El establecimiento como barbería abrió en 1854. Vi unos documentos que explican que se aprobó el permiso de remontar un tercer piso, y se hizo el cierre de la salida de las caballerizas del local de al lado, para abrir un negocio que ya entonces se llamaba barbería. ¡Y se pagó en reales!", explica, vehemente, Gil.
El gran miedo del gremio era qué pasaría cuando el cliente de barbería muriera
El barbero sabe de lo que habla: asegura haber estado "investigando la historia de esta barbería durante tres años, con la ayuda del sr. Permanyer y periodistas similares". Servidor 'solo' viene aquí porque el trato y el corte son impecables y el precio es muy ajustado: ¡17 euros cortar y lavar! El negocio era del padre de Gil, Manolo Gil. "Él entró a trabajar aquí en 1969 y compró el negocio en 1987. Yo empecé a trabajar en el verano del 92, pero no fue hasta el 2007 cuando fui el propietario fiscal", explica.
La única licencia moderna –aparente– fue cambiar su nombre. "Su padre rebautizó el negocio como Barbería Manolo, y yo la convertí en Manolo's", ríe. Antes se había llamado Peluquería Barbería Rodó y "Barbería Puig Coll o algo similar". El barbero explica que "sólo tres familias han tenido este negocio desde 1854. Hacia 1915 un hombre le regaló este negocio a su amante, y ella lo traspasó a su hija y después la nieta. Esto ocurrió, tengo un contrato de este año. También he encontrado una licencia de apertura de negocio de lavabotas de hace cien años", explica.
Éste es un negocio venerable, pero no vetusto. "Somos conocidos en toda España por hacer una mezcla de nueva y vieja escuela", prosigue. "Antes de que llegara la época de las barbas, la moda era que los hombres fueran a cortarse el pelo a las peluquerías de chicas. Y la gran preocupación de los barberos era qué pasaría cuando la clientela de barbería ya no estuviera. Entonces creamos el grupo Barberos de España. Y vimos que mucha gente por todas partes pensaba igual, e impulsamos la barba".
Los reyes de la barba
En algún momento impreciso de la jugada, circa 2004-2006, llegó la era hipster: lo guay se convirtió en sinónimo de tener una barba que rivalizara con el 'Códice Hammurabi' o ZZ TOP. De repente, Manolo's pasó a ser un negocio de moda: salían en prensa y tele, pero no perdieron su esencia de comercio de barrio y proximidad.
"Es más difícil mantener esto como un comercio de barrio que como una barbería moderna para hacer dinero", argumenta, pero se siente muy orgulloso de que "gente de todas partes se venga a cortarse el pelo y la barba aquí (entre ellos, el presidente de los Países Bajos de la asociación internacional Bearded Vilains) Estamos en las listas de las barberías más influyentes, pero lo que más me gusta es que nos digan que somos el Iniesta de la barbería: porque somos humildes y lo hacemos fácil y bonito".
Hay que preguntar a Gil qué opina de la locura de las barbas, ahora que ya ha pasado. "Nosotros fuimos de los primeros en hacer colecciones de barbas. Y está muy claro qué nos ha legado la moda: que cuando tú y yo vamos con una barba corta por el mundo, la gente no ve a un tipo sin arreglar, sino a un tipo con barba".
Para cortarse el cabello en Manolo's es imprescindible pedir hora (lo puedes hacer a través de su web). Pero si la barbería de la calle Escudellers está llena –algo muy probable– reserva en la Barbería Manolo's de Sagrada Família (Valencia, 438. T. 651 35 91 18).
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