[title]
La literatura catalana está marcada por autores de todo tipo que han dejado un legado de escritos que forman parte de la identidad del país. Algunos, sin embargo, no solo han dejado su obra, como es el caso de Joan Maragall. El poeta veraneó durante muchos años en una casa en Sant Joan de les Abadesses, en Ripoll, un inmueble que, hoy en día, aún se puede visitar y, ahora, también dormir en él.
Aunque el edificio de 1.000 m² seguía en pie y había pasado por diferentes propietarios, se encontraba en un estado de semirruina. Ahora, una empresa del Ripollès lo ha reformado para convertirlo en un edificio con diez apartamentos turísticos, ya que la distribución hacía “inviable” transformarlo en un hotel.
Según ha explicado su gerente, Josep Maria Prat, a la ACN, la reforma se ha llevado a cabo con empresas locales para “resurgir” elementos originales del inmueble, algunos desconocidos, que otorgan un "carácter singular" a un edificio que es bien cultural de interés local.
“La encontramos muy deteriorada, entre forjados, cubiertas, tejados…, y también en cuanto a instalaciones, porque no funcionaba ni la luz, ni el agua, ni nada”, detalla Prat. En total, la empresa ha tardado cerca de tres años en recuperar los elementos originales de la casa y adaptarla a las normativas actuales.
Entre los elementos más curiosos descubiertos durante la reforma, hay una puerta anulada en la fachada, así como un sistema peculiar de “soporte de vigas de grandes dimensiones” en algunas habitaciones.
El aparejador Marc Busquets —que ha trabajado con el arquitecto Xavier Prat— asegura que la figura de Maragall está muy presente dentro del inmueble. Nada más entrar, hay una placa que recuerda su historia —y que se suma a la que se colocó en los años 70—, y un poema suyo también da la bienvenida antes de entrar al ascensor.
“La casa ha quedado muy bonita, con un valor arquitectónico y de patrimonio histórico, y ahora faltará ver su rentabilidad”, asegura Prat. Por el momento, han empezado el primer fin de semana de inauguración con el 50 % de los apartamentos reservados.
Una casa que inspiró a Maragall
El autor no solo usaba la casa de veraneo para relajarse, sino también para escribir. Fue dentro del inmueble donde Maragall escribió La vaca cega en 1893, uno de sus poemas más conocidos.
“Tenemos la certeza porque el mosén Josep Esteve escribió una carta a un hijo de Maragall preguntándole si podía confirmar con seguridad el lugar donde se escribió el poema de La vaca. Y con mucha exactitud le respondió: es la casa, en la habitación que tiene un balcón que da a la calle Mayor y que hace esquina con la calle dels Tints”, explica la maestra jubilada y autora de un monográfico sobre el centenario de La vaca cega, Maria Josep Fernández.