Muere Jeff Beck: 5 canciones para recordar al genio de la guitarra

No hay discusión posible: el londinense Jeff Beck, que falleció ayer a los 78 años por complicaciones derivadas de una meningitis, es uno de los guitarristas más talentosos de la historia del rock, y también uno de los más innovadores. El primero en llorar su muerte ha sido Jimmy Page, ni más ni menos que el guitarrista de Led Zeppelin, con un sentido pésame en su cuenta de Instagram: "El Guerrero de las Seis Cuerdas ya no está aquí para que admiremos el hechizo que podía tejer alrededor de nuestras emociones. Jeff podía canalizar música desde lo etéreo, con una técnica única y una imaginación aparentemente ilimitada. Jeff, tus millones de fans te echaremos de menos. Descansa en paz". 

Esta declaración certifica la importancia caudal de Beck: un año antes que Led Zeppelin sacaran su primer disco –consenso común decir que fue el nacimiento del hard-rock y el heavy– Beck había publicado su primer elepé en solitario, 'Truth', (1968), una colección de canciones de las que Page y Plant tomaron buena nota para cincelar su estilo. La genialidad de Beck –un prodigio como intérprete, pionero del blues-rock y el rock duro, que tuvo una importancia caudal en la fusión de estos géneros con el jazz o la música clásica– queda patente en estos cinco temazos. 

1. 'Train Kept A-Rollin' (1967). Beck, joven y desconocido, entró en The Yardbirds en 1965, seminal banda de blues rock británica, para sustituir a Eric Clapton. En ella compartiría espacio con su gran amigo Jimmy Page. Una de las primeras aportaciones de Beck al Olimpo del riff es esta icónica versión de un tema de 1951 del músico de jazz y blues Tiny Bradshaw: la lista de músicos que la han revisitado vía Beck es enorme: Aerosmith, Motorhead, Alex Chilton, Hanoi Rocks, Leño, Imelda May...

2. 'Shape of Things' (1968). El debut en solitario de Beck es 'Truth', una visionaria amalgama de rock duro, psicodelia y rock progresivo. Pero sobre todo de rock duro: Led Zeppelin tomaron buena nota del disco para planificar su sonido. Esta maravilla de guitarrazos y melodía, en la que los alaridos de Rod Stewart –Jeff Beck lo lanzó a la fama, por cierto– surfean por encima de una ventisca de distorsión y exquisitos arabescos, canciones dentro de la canción, suena atemporal 55 años después. 

3. 'Scatterbrain' (1975). El disco Blow by Blow (1975) ejemplifica lo impredecible de su talento: se quita la chaqueta del rock duro peludo, para pasar a un jazz-rock delirante, en que capas y capas de guitarras se entrelazan con sintetizadores y bases funk. Y el hombre evita el fango del aburrimiento inherente al jazz-rock –en el que Serrat se revuelca en vivo, todavía, por cierto– mediante maravillas como 'Scatterbrain': un dinámico ejercicio, mutante y tarareable, que podría ser una cima de Frank Zappa. 

4. 'Where where you' (1989). El otro punto fuerte de Jeff Beck era, pese a que no lo parezca, la sutilidad y la economía. Esta balada de guitarra casi a 'capella' en 'Guitar shop' (1989) es una exhibición de melodía y sensibilidad, en la que Beck hacer sonar su Fender más como una voz humana que como un instrumento de cuerda, a base de jugar con al unísono los potenciómetros de volumen y la palanca de vibrato. Emoción pura salida de una mano humana.

5. 'Nessun Dorma' (2011). ¿Decíamos emoción? En el 2011 Beck lanzó 'Emotion & Commotion', un disco de versiones en el que revisita uno de los momentos más sobados de la historia de la música –el aria 'Nessum Dorma'– y consigue que olvidemos de un plumazo las interpretaciones de Pavarotti (o Manowar). Su pellizco a Puccini le valió un Grammy a la mejor interpretación instrumental de pop. Y es que el genio británico sería capaz de tocarnos la fibra haciendo una versión del 'Bimbó', la verdad. Descanse en paz. 

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