Un Robert Plant a la altura de su leyenda hace vibrar el público de Barcelona

Nadie sabía muy bien qué se encontraría en este concierto anunciado como Robert Plant presents Saving Grace featuring Suzi Dian, porque aquí no conocíamos a la cantante que le acompaña y todavía no han grabado ningún disco juntos, pero la presencia en Barcelona de la legendaria voz de Led Zeppelin fue motivo suficiente para que el Auditori del Fòrum se llenara de melómanos hasta los topes.

La multitud se había congregado para ver a un antiguo Dios del rock que, a los 75 años, ha decidido bajar del Olimpo y dedicarse a la música que le gusta: piezas de folk y de blues mezcladas con versiones de otros artistas (Moby Grape, Leon Russell, Low…) y, finalmente, también algunos títulos de Led Zeppelin mucho menos obvios de los que interpretó en su última visita a Barcelona, ​​en el Cruïlla del 2016.

La banda, impresionante por la elegancia y la potencia, constaba de dos instrumentistas de cuerda (guitarras, banjo, mandolina…) y un batería, con Suzi Dian agarrando de vez en cuando en el acordeón y bajo eléctrico. El formato era tan versátil que podía pasar del acompañamiento más sutil, como ocurría en 'The rain song', a la potencia más férrea de canciones como 'Let the four winds blow' o 'Monkey', una de las dos canciones que tocaron de los estadounidenses Low, con recuerdo incluido a Mimi Parker, fallecida hace un año.

Una voz en un estado de forma excelente

Con el público entregadísimo, Plant hizo gala de una voz en un estado de forma excelente, con algunas chispas que recordaban de la energía sexual que le convirtió en un icono del rock, pero en esta ocasión mucho más terrenal. Plant parece haberse convertido en un hombre sabio que ha renunciado al camino de la fama para conectar con la esencia de la música y eso es lo que hizo, sorprendentemente relajado, ante una audiencia entregada que tuvo la sensación de estar viviendo uno de esos conciertos especiales que se recuerdan toda la vida.

Fueron casi dos horas que pasaron como un suspiro, porque la banda nunca cayó en el aburrimiento. Cambiando de instrumentos, timbres y dinámicas en cada canción, el 'setlist' mantuvo una narrativa ascendente que culminó con la espléndida 'Angel dance' de Los Lobos. Y aún hubo tiempo por dos tandas de bises, una con 'House of cards' de Richard y Linda Thompson y la tradicional 'Galllows pole'. Pero la verdadera despedida llegó con toda la banda cantando a cappella otra tradicional, 'And we bid you goodnight', en la que Plant cantó 'Bona nit' en catalán una y otra vez hasta que acabó de matar amor a un público que se marchó con una sonrisa que costará años borrar.

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