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Las obras de construcción de un edificio plurifamiliar en el distrito de Sants-Montjuïc han dejado al descubierto unos restos que, según los arqueólogos, datan del siglo II-I a.C. La intervención arqueológica preventiva ha documentado un frente de cantera de época romana, uno de los más antiguos de Cataluña y de Europa que se han encontrado.
El hallazgo se ha llevado a cabo durante las obras en la finca situada entre la calle Ferrocarrils Catalans, 11-19, y la calle Vilageliu i Gavaldà, 8-22, que comenzaron el 31 de octubre de 2024. Una vez iniciada la intervención arqueológica en la zona, los profesionales identificaron un tramo de cantera de gres blanco cuarzoso del mioceno, de unos 30 metros de largo, 5 metros de alto y 4,5 metros de ancho.
Los restos se encuentran al aire libre y muestran evidencias claras de técnicas de extracción romanas, como marcas de pico, cuñas y restos de hierro incrustados en la roca. Dada la importancia del hallazgo, se ha conservado un tramo de ocho metros de largo y tres de alto en la segunda planta subterránea del edificio en construcción, y también se han realizado trabajos de fotogrametría para generar un modelo 3D del conjunto.
La cantera, por tanto, forma parte del conjunto de explotaciones de la montaña de Montjuïc desde el periodo ibérico. Especialmente durante la época romana, sin embargo, la montaña se convirtió en la principal fuente de piedra para el llano de Barcelona, Baetulo (Badalona) e Iluro (Mataró).
Además, también se ha identificado una secuencia estratigráfica singular; es decir, vertidos de uso doméstico de época ibérica –siglo III a.C.– sobre estratos de desechos de la cantera romana del siglo I a.C.
Un hallazgo de gran importancia
“Se trata de un tipo de yacimiento poco conocido y raramente excavado, ya que a menudo pasa desapercibido o queda camuflado en el paisaje”, asegura la jefa de la Unidad de Estudios Arqueométricos del Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) y especialista en canteras romanas, la Dra. Anna Guitérrez Garcia.
Los expertos afirman que la cantera data de entre los siglos II-I a.C., lo que la vincula con los primeros momentos de la fundación de Barcino y con el inicio del proceso de urbanización romana en Hispania.
Su ubicación y contexto también confirman que se trata de la continuación de la cantera descubierta en 1990 en Montjuïc, lo que indica que el volumen de explotación en esta zona fue mucho mayor de lo que se creía.
Con el objetivo de confirmar la datación y aportar más datos sobre las técnicas de explotación de la época, en los próximos meses se realizarán estudios de materiales cerámicos y análisis complementarios en la zona.