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La queja recurrente de los heladeros de Barcelona es la mentalidad estacional del consumidor. Que no se venden helados fuera de la temporada de verano, vamos. Algo que, por desgracia, el cambio climático está a punto de enderezar. Ahora bien, Delacrem, sin discusión una de las mejores heladerías de Barcelona y de Europa, está a punto de abrir un negocio que es pura estacionalidad y –como sus otras dos tiendas– abrirá todo el año: en junio, el maestro heladero Massimo Pignata levantará la persiana de una heladería centrada en el producto catalán (de proximidad y estacional, claro). Y será en el envidiable cruce de Muntaner con Consell de Cent.
Piganata aún no ha decidido nombre para el negocio, pero vehiculará su línea de helados Delaterra, que profundiza en el cruce de producto artesano de pequeño productor catalán y helado artesano. No es que no lo hiciera antes: desde el minuto cero que hacen helados excelsos con avellana de Reus y fresa del Maresme, por ejemplo. "Pero normalmente piensas un sabor y después buscas el producto. Aquí haremos al revés. Buscamos un producto y entonces lo vestiremos", reflexiona.
¿Ejemplos? Helado de queso Ermesenda de Eroles –uno de los grandes maestros queseros catalanes– con membrillo, o un helado de yogur de La Fageda con... ¡tapaculos! (también llamado escaramujo, que no es otra cosa que el fruto del rosal silvestre, y que hacen con la mermelada de escaramujo que les suministra un artesano aragonés). Y otros también de proximidad, pero no tan sorprendentes, como el helado de manzana de Girona al horno con canela o de pera de Lleida con mantequilla del Cadí.
"Hemos descubierto una red de productores locales muy potente, que aparte de estar presentes en los helados, también tendrán su producto a la venta en nuestras estanterías", vaticina. No quiere ser talibán del Km 0; si tiene que salir del mapa catalán para llegar a Menorca o Valencia, en algún caso puntual, lo hará: ¡un helado de cacao de collar, el cacahuete valenciano! Esta gama de helados, por cierto, se podrá probar en el festival de comida Time Out Fest.
Este nuevo proyecto abrirá puertas con unos 24 sabores de salida, y como el Delacrem de Enric Granados y el Obrador Delacrem, "tendrá su propio taller donde se harán todos los helados que se vendan". Ojo: sabores favoritos de las masas y el turista como la fruta de la pasión, el coco o la vainilla no tendrán cabida. "Sí habrá un helado de chocolate, pero será chocolate con avellana de Reus, o uno de naranja del Baix Ebre, con aceite de Les Garrigues", matiza.
Entiendo que no quieras hacer media hora de cola por un helado: pues aquí tienes una nueva tienda que te lo ahorrará
Pignata explica que con la tienda nueva "se dirigen a un público diferente que al de Enric Granados", y mide cuidadosamente las palabras. Aparecen en las listas de las mejores heladerías de Europa, y dice que "no queremos perder el arraigo con la gente de aquí, que son a quienes nos dirigimos normalmente. Entiendo que no quieras hacer media hora de cola para pedir helado. Pues escucha, ponemos otro mostrador con otro enfoque y así evitamos morir de éxito", valora. Con la nueva heladería, tendrá un puesto generalista (Enric Granados), un lugar experimental (L'Obrador) y un lugar dedicado al producto catalán, para todos los gustos.
Llegados a este punto, y con la visita de Dua Lipa a Delacrem reciente, vale la pena recordar que el primer Delacrem, abierto en 2010, no ha modificado su oferta para dirigirse a un público turista, sino que lo que hizo fue facturar una oferta de primera calidad a buenos precios que el turista, claro, no pasó por alto.
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