Segundo establecimiento de Delacrem y nueva aventura de Massimo Pignata, que abrió la heladería en la calle Enric Granados en 2010. Se llama Obrador Delacrem, gana metros para la elaboración de helados y la experimentación y hace visible parte de los procesos de producción. Aquí Massimo y su equipo exploran los sabores clásicos -trabajan con fruta de temporada y por lo tanto cambian periódicamente los helados- pero también desarrollan receptas nuevas, como el de crema de anacardo vegana, el de albaricoque y anacardo, y el de albaricoque asado con romero, las primeras nuevas incorporaciones de la carta. "Aquí tenemos más juego: una plancha, un horno para tostar frutos secos, espacio también para el libre de gluten... entiendo el Obrador como el centro para futuros desarrollos, como un laboratorio donde conceptualizar y crear nuevas ideas", explica el heladero. El Obrador Delacrem ofrece helados, cafetería básica y, la novedad de temporada, horchata. Otro producto que no faltará, marca de la casa, es el 'affogato': una bola de helado dentro de una taza de café con leche ahogada por un 'espresso'.
El calentamiento global –llamadle cambio climático, si os hace sentir mejor– hace que las olas de calor nos caigan encima con alevosía y virulencia. Y llega la pregunta de oro: ¿hay una buena heladería, cerca de casa? Barcelona no es Florencia, de acuerdo –y no nos engañemos, no comemos helado todo el año– pero sí que disponemos de todo tipo de buenas heladerías, algunas de ellas entre las mejores de Europa. Contra el soponcio, un buen helado. Eso sí, la otra mejor manera de combatir tu calentamiento global es sentarse en buena compañía a tomar unas cañas y tapas espectaculares. Otra opción, el terraceo en las terrazas más bonitas de Barcelona.
NO TE LO PIERDAS: Y si ya tienes un buen helado en la mano, disfrútalo en esta preciosa ruta de zonas de sombra para esquivar el calor