Time Out en tu buzón de entrada

Buscar
JOK
Foto: Scott ChasserottJOK

Los 50 mejores restaurantes de Barcelona

Los chefs más en forma de la ciudad al frente de cocinas de todos los estilos y para todos los bolsillos

Ricard Martín
Escrito por
Ricard Martín
Publicidad

ENERO DE 2023: Ha llegado –un poquito– el invierno, y ya sabéis que hay que comer estacional. Pero eso no quiere decir que os tiréis de cabeza al jabalí y al faisán (que ya nos parece bien). Pero podéis comer el verde del invierno en el exquisito Virens de Rodrigo de la Calle, un restaurante que toca los vegetales como rara vez los habréis probado. Claro que si lo que deseáis es proteína animal de la buena y guisos potentes, dirigíos a Can Marlau: o la visión de un bulliniano, Ferran Palau, de los desayunos de tenedor. El menú de mediodía de barrio –es decir, el querer comer bien a precio cerrado– empuja con fuerza con dos nuevas incorporaciones: la de Lanto, una propuesta creativa del chef Ricardo García en un bar del Clot, una degustación sin elección posible, y el gigantesco Per Feina de Rafa Zafra, cocina tradicional, con dieciocho platos a escoger. Dos menús excelentes y antagónicos que hay que conocer. Esto no quiere decir que no haya restaurantes que no arriesguen: entran en escena el inclasificable Comida Codac –una galería de arte donde se come, como quien dice– y el elegantísimo Slow & Low, dos locales que siguen el mandamiento de Ferran Adrià de "crear es no copiar". También se mueve en estas coordenadas creativas el fenomenal Batea, una marisquería de autor a precios terrenales. Y vivimos épocas de regreso al barrio, y a la sostenibilidad: un ejemplo: la muy solvente propuesta del Bar Echegaray, cocina km 0 en Poblenou y la del Café del Centre, la recuperación de un espacio centenario para la mejor cocina catalanaY en el número uno, el Xemei, un clásico moderno que sublima lo que debería ser un restaurante extraordinario que la gente pueda pagarse a menudo. 

Bienvenidos a La Lista: Comer en los 50 mejores restaurantes de Barcelona, donde encontraréis las direcciones más deliciosas de la ciudad, cuidadosamente escogidas, con empirismo y precisión (que hemos ido a comer, ¡vaya!). Esta es una de las mejores ciudades del mundo para comer y beber. Esto lo sabemos quienes vivimos aquí, y también los profesionales de la gastronomía que año tras año premian nuestros fogones con distinciones que alzan la ciudad en el podio de la restauración internacional. La oferta es variada, de calidad, monumental: desde el pequeño bar de tapas de toda la vida, pasando por el mejor producto fresco hasta los restaurantes con estrellas Michelin, o en el otro extremo, el mejor street food. Aunque el reto es difícil, nos hemos propuesto seleccionar los 50 mejores restaurantes que nunca os fallarán.

NO TE LO PIERDAS: ¿Con más sed que hambre? Estos son los mejores bares de Barcelona

Los 50 mejores restaurantes

  • Restaurantes
  • Italiana
  • El Poble-sec
  • precio 3 de 4

¿De qué va? No es lo mismo decir “hoy hemos cenado en un italiano” que “hoy hemos cenado en un veneciano”. ¡Todavía hay categorías! Cuando, en el Poble-sec, abrieron el Xemei, este inciso se hizo imprescindible. Los gemelos –xemei, en dialecto veneciano– Stefano y Max Colombo llevaron a Barcelona una cocina transalpina que superaba de una vez los macarrones a la boloñesa y las pizzas quattro stagioni. Llegaba el pescado tal y como lo cocinan en el Véneto, y teníamos que aprender qué son las 'sarde in saor' o el 'baccalà mantecato': otra cocina italiana era posible. Las sarde son la versión veneciana de las sardinas escabechadas y aquel bacalao es una brandada sin ingredientes lácteo.

¿Porqué debo ir? Descubrirás que otra cocina italiana es posible. En Xemei serviran un surtido que también además de las sardinas incluye caballa al horno y boquerones marinados, y que debéis pedir sí o sí para poneros en situación. El ambiente de taberna vintage, la hiperactividad de los 'xemei', los camareros amables sin ser pelotas y unos platos 'buoni, buoni, buoni' son motivos suficientes para decidir que volveréis. Pero antes, acabaros los 'bigoli in salsa veneziana', las sepias a la plancha con polenta, el pulpo a la brasa o, si queréis parecer venecianos de toda la vida, el hígado de ternera a la veneciana. Sus espagueti negros con sepia son el mejor remedio contra la depresión. 

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? En su momento fue el restaurante líder del movimiento bistronómico: aquellos restaurantes ubicados en un bar del Eixample que exprimían la calidad del producto y la inspiración al máximo, con un pie en el menú de mediodía y el otro en la creatividad.

¿Por qué hay que ir? Rafa Peña se ha convertido en un líder gastronómico indiscutible, en un cocinero de creatividad atrevida y con los pies en el suelo. Su cocina es muy creativa, con un pie en la tradición catalana más visceral pero también afrancesada. Como el bacalao con tripa y setas. O los 'nems' de lengua y oreja. ¡O unas mollejas de ternera con níscalos que nos hacen la boca agua! El Gresca ya no es aquel pequeño bar con un equipo mínimo, sino un referente de independencia y honestidad en los fogones. 

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 4 de 4

¿De qué va? Cerrado ElBulli, sus antiguos jefes de cocina, Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, ofrecen a Disfrutar una cocina de matriz bulliniana, tecnoemocional pura. Aquí viviréis una bacanal de los sentidos ejecutada a una velocidad perfecta.

¿Y qué se come? Son platos de una imaginación y precisión tremenda, como por ejemplo los ya famosos macarrones a la carbonara, hechos con gelatina de jamón. Disfrutar es el heredero directo del espíritu bulliniano, tanto en cuanto a la imaginación y excelencia como por el juguetón sentido del humor que destilan sus creaciones. Dejad de lado el síntoma del menú que me ha de cambiar la vida: aquí se viene a disfrutar y a jugar.

  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Sant Antoni
  • precio 4 de 4

¿De qué va? Me hace sentir viejo decir que Alkimia es un clásico, pero es cierto: Jordi Vilà y tres o cuatro más definieron, hacia el año 2000, por donde iría la alta cocina moderna de Barcelona. Por encima de todo, Vilà ha conseguido la meta de hacer creación sin desligarse del camino de la cocina catalana 100% ciento reconocible. Sobre la Fábrica Moritz despliega sus mejores armas: producto, tradición y creatividad.

¿Qué comeré? Sigue la línea de cocina catalana de espíritu moderno y urbano marca de la casa: "Es la cocina que siento y que domino, y tiene suficiente base y solidez para seguir trabajándola y evolucionar sin caer en según qué ambigüedades", afirma. Llena de imaginación y contrastes fuertes, con platos que no se olvidan. Como por ejemplo, una col caramelizada, con queso y rábano picante, o por la parte más carnívora un pichón de sangre con acelga, 'toffee' de zanahoria y nueces.

Publicidad
Lasarte
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Eixample
  • precio 4 de 4

¿De qué va? La embajada de Martín Berasategui en el hotel Monument de Barcelona se ha convertido en uno de los restaurantes imprescindibles de Barcelona, Cataluña y España, donde el chef ofrece lo mejorcito de su creatividad.

¿Por qué hay que ir? Es el primer restaurante de Barcelona que ostenta las tres estrellas Michelin. Aparte de Berasategui, el responsable del día a día es el chef italiano Paolo Casagrande, capaz de añadir a la arrolladora personalidad de su jefe una marca personal de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como el milhojas de manzana, foie gras y anguila, y donde la estética artística que te noquea jamás pasa por delante de una combinación de sabores genial.

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? La Gormanda, de la chef Carlota Clavé, es un punto importante en Barcelona en la reinterpretación de la tradición: ha optado por huir de los tópicos y las combinaciones de ingredientes obvias: llega a grandes platos por la técnica, pero sobre todo por la imaginación y el repensar las cosas.

¿Y qué se come? Un producto de temporada superlativo y tratado con una minuciosidad extrema, tanto en la concepción del plato como en el emplatado. No encontrará atún y aguacate, pero sí 'gyoza' con carne de olla o unas cocochas de bacalao al pil-pil con calçots, dos platos que hablan mucho de su visión de la cocina catalana contemporánea.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? El Cinc Sentits ha cambiado de ubicación, de Aribau a Entença 60, para crecer. Y hace tilín: 400 m² en tres salas, con una capacidad de 40 comensales, la misma que el anterior pero con muchas más posibilidades de cocina y comodidad.


¿Qué comeré? El nuevo viaje del Cinc Sentidos consta de once pasos, y sigue de pe a pa su ideología culinaria: “No hacemos ninguna fusión, ni por estilo ni por producto, hacemos cocina catalana, no encontrarás carne de Kobe”. Más ética que estética. “Lo más importante del plato es el sabor, que sea bonito o técnico es secundario”, explica Jordi Artal. Platos donde manda una tensión de contrastes que dispara el sabor. Como una navaja –cocida y cruda, con su propio pil-pil– con gàrum, flor de cilantro y guisantes del Maresme, donde la frescura herbácea frena el mar salvaje de la garota, o unos extraordinarios postres de helado de leche ahumada.

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Ciutat Vella
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Arnau Muñío, exjefe de cocina del Comerç24, abrió este pequeño restaurante en la puerta trasera del primer mercado municipal en febrero del 2018. Una barra, ocho cubiertos, dos turnos, 16 menús.


¿Y qué se come? hacen dos menús de degustación de 60 y 74 euros –siete y diez platos, y dos postres– de alta precisión. “Solo hacemos diez platos, que cambian con cada estación. Son lo que querría comer yo. Por qué no puedo comer 'sashimi' y fricandó?”. No hay relleno, solo 'hits' rotundos y precisos que se graban en el paladar. ¿Ejemplos? Por el lado asiático-catalán, una ostra envuelta en 'gyoza' y con jugo de ‘capipota’, un mar y montaña delirante que te estalla a la boca. Por el lado catalán, guisantes, calamar y tocino ibérico, o un meloso bacalao –con tripa– donde el pil-pil por instantes se convierte en la mejor salsa brava de la historia.

Publicidad
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • El Poble-sec

¿De qué va? Marc y Raquel fueron a montar restaurantes españoles en China. Y volvieron a Barcelona con el bagaje de intentar explicar a cocineros chinos como se tenía que hacer una tortilla de patatas, por ejemplo. Con todo un universo de sabores y técnicas interiorizadas, también por haber viajado todo el mundo, sobre todo por el sureste asiático.

¿Y qué comeré? ¿Fusión, decíamos? Una etiqueta poco precisa ante lo suyo: la invención de platos coherentes con un pie en cada orilla, que sorprenden por creatividad, pero sobre todo por sabor. Si fueran escritores, diríamos que tienen la suspensión de la incredulidad a prueba de bombas. ¿Dónde has visto tú antes una tortilla de Phad thai? ¿O una anguila ahumada con kimchi, huevos y trucha del pirineo?

  • Restaurantes
  • Eixample
  • precio 4 de 4

¿De qué va? El estilo propio del chef Jordi Esteve se fundamenta en la calidad y creatividad con la tradición de fondo, con un estilo hedonista y disfrutón, que se centra en el producto de temporada y rehúye las fusiones. Cocina catalana con imaginación y poder.

¿Por qué debes ir? Por una excelente carta y un menú degustación en el que Esteve demuestra una sensibilidad para la interpretación del paisaje en forma de platos sorprendentes, llenos de finura y de lo más suculentos. Ejemplos hay montones, pero no puedo olvidar el buey madurado, con verduritas y remolacha. ¡Y hacen menú de mediodía! A un precio asequible para comer en un restaurante recomendado por la guía Michelin, incluye dos tapitas, primero y segundo y postres.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Sarrià - Sant Gervasi
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Galardonado desde 2004 con una Estrella Michelin, ofrece una filosofía de cocina que fusiona estilos y técnicas tradicionales, con marcadas raíces mediterráneas, basada en el respeto y la mejor selección de las materias primas y con una presentación sorprendente.

¿Y qué se come? Silvia Hofmann, hija de la añorada Mey Hofmann, asumió la dirección del proyecto en 2016, y ha mantenido la excelencia de una cocina sutil y creativa, con un equilibrio salomónico entre técnica y tradición, con platos ya clásicos como el pie de cerdo deshuesado con foie y trufa. Silvia ha añadido al proyecto un local de dos plantas de I + D, donde el alumnado puede trabajar su formación con recursos de última generación.

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 4 de 4

¿De qué va? El hotel Palace ha puesto toda la carne (o más bien todo el pescado) en el asador de su restaurante: el chef Rafa Zafra, bulliniano de pro, ha abierto el esperadísimo de Amar. Zafra pasa de comandar una cocina con dos mesas –el exquisito Estimar, en el Born– a tener el timón de un pailebote de lujo. Con el mismo equipo que Estimar, Zafra sigue apostando por el mejor producto del mar, pero con todos los recursos del hotel.

¿Y qué se come? Encontraremos desde crudos y marinados de altísima gama (ese homenaje a elBulli de sus amores, el carpaccio de cigalas), hasta platos cuchara cargada de cocina, como por ejemplo unas judías de Santa Pau con piparra y morrito de atún. Además de lujo, aquí hay mucha emoción, que toma desde la cocina catalana de altos vuelos hasta un apartado de clásicos burgueses en homenaje al antiguo Ritz.

Publicidad
  • Restaurantes
  • A la brasa
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 2 de 4

¿De qué va? La cocina de Juan Martini se basa en la creatividad y el sabor máximo a través del primitivismo y el fuego: este es un restaurante de carne –ecológica de y proximidad– donde cada pieza sale de la cocina después de horas de paciencia, fuego de brasa y ahumado.

¿Y qué pido? Pues, por ejemplo, unas costillas de ternera –vaca Salers, pastando libre entre los Pirineos y el Pallars– que te llegan a la mesa después de tres horas de humo y 14 de horno. Solo sal y pimienta: la paciencia del proceso de cocción dispara los sabores. El cocinero es un apasionado del fuego, el humo y el ahumado, y esto se nota en elaboraciones espectaculares, como un bocadillo de pastrami marinado seis días y con medio día de humo y cocción. 

Enoteca Paco Pérez
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Marisco
  • La Barceloneta
  • precio 4 de 4

¿De qué va? El chef Paco Pérez consiguió dos Michelin por el Enoteca –ya no es el otro restaurante del hotel Arts, un peso pesado en Barcelona por méritos propios– y también vio cómo su Miramar de Llançà recibió  la segunda estrella Michelin. Poca gente transporta el sabor del mar a la alta cocina como lo hace él: este exquisito cocinero, lacónico en palabras, habla con la imaginación y el oleaje del mar.

¿Qué comeré? La elevación que ha hecho de las ‘espardenyes’ merecen un capítulo en la cocina de vanguardia catalana, y sus arroces contentan por igual a la clientela bulliniana y a los fundamentalistas del corpus de la cocina catalana. Rendirse a la fragancia de su arroz meloso con bogavante es la mejor manera de rendirle homenaje.

Publicidad
Dos Pebrots
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • El Raval
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Pues que ir a hacer una cosa, liarte y hacerla bien gorda. Con un pa. O con 'dos pebrots'. Más o menos, eso es lo que le ha pasado a Albert Raurich, uno de los jefes de cocina de elBulli y propietario del Dos Palillos. "Tenía que ser algo sencillo, tú, cuatro tapichuelas y buenos vermuts", recuerda. Dos Pebrots surge de estudiar las recetas del Mediterráneo y descodificarlo de una manera actual, sin que pierdan el elemento central. Actualizaciones bulliniana del 'Libro de Sent Soví' (1324). La apuesta es radical: en lugar de hacer variaciones de bravas y sofritos, Raurich hace antropología culinaria, apoyado en el hecho documental más antiguo posible y la creación.

¿Y eso cómo se come? Pues hay algunas recetas de la época romana, la mayoría de antes de la llegada del tomate y el pimiento, valga la antítesis-, una cebolla a la brasa con la versión de Raurich del garum, una salsa de cabeza y espina de pescado fermentada propia de los romanos. ¡También encontrarás la visión de Raurich los platos más característicos de la antigua Persia, incluso de la edad de Piedra (¡chuletón a la brasa! Cómo piensas que se inventó la cocina? Y el resto de la cultura? Con fuego!). Explosión de primitivismo virtuoso y creatividad.

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Japonesa
  • Hostafrancs
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Nobu es el restaurante que tiene en Barcelona el chef Nobuyuki Matsuhisa, uno de los creadores de la cocina de fusión asiática, y ostentador de una franquicia internacional de lujo en la que tiene participación de Robert de Niro. Espectacular es decir poco: Nobu tiene unas vistas despampanantes de 360º en la planta 23 del hotel del mismo nombre, desde donde veréis la ciudad como quien contempla una maqueta gigante.

¿La comida es igual de espectacular? En una carta comandada por el chef ejecutivo Sergi Martínez, quien comanda la carta donde, claro está, están los iconos de Matsuhisa, como el 'black cod miso' y el salmón 'new style' (desconstrucción tremenda del salmón frito). Pero Martínez tiene margen de creación, y aquí sobresale un sushi estratosférico, con recetas propias, como un pez blanco con miso deshidratado.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Catalana
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? El suntuoso palacete del Eixample que alojó a Rilke ahora es JOK. El acrónimo del periodista Joan Maria Pou, el empresario Oriol Badia y Kim Díaz como asesor (Bar Mut) es “un proyecto de factoría cultural con conciertos, presentaciones de libros, charlas, monólogos... que queremos financiar con un buen restaurante y una buena coctelería”, explica Pou.. Elegancia burguesa, cero bling-bling.

¿Y qué se come? Cocina catalana afinada y moderna con la chef Olga Sternari a la cabeza y donde se nota la mano de Díaz. Éxitos catalanes con algún acento afrancesado (Sternari viene de Joël Robuchon!) producto top y mucha temporada. La fideuá es sustanciosa, con la potencia de un buen fumet, aligerada con dados de merluza fresca, y los canelones son todo lo que puedes pedir a un canelón (trufado). También encontrará platos de autor derivados del corpus culinario catalán, como unas gambas con chocolate. La coctelería funciona del mediodía a las tres y media de la madrugada.

  • Restaurantes
  • Japonesa
  • precio 3 de 4

¿De qué va? El grupo de cocina vasca e Hideki Matsuhisa del Grupo Shunka inauguraron el 2022 con Ikoya, una 'izakaya' (taberna japonesa) frente a Santa Caterina. No es un restaurante vasco japonés, sino un japonés, o más bien Matsuhisa en estado puro, y Sagardi aporta la parte de organización

¿Y qué pido?  Esto es un disco de autor que construye puentes entre el sudeste asiático y el Mediterráneo. En brasa: disfruto con la melosidad extrema de un lenguado 'batashoyu' –con soja y mantequilla– que se refresca con los primeros guisantes, con un toque de parrilla. Y con un tataki de vaca vieja que se funde en la boca. En frío: un brutal tártaro de atún con virutas de queso azul cantábrico, que desmiente el tópico de que pescado y queso son maridaje imposible. Gastronomías cruzadas sin etiqueta. 

Publicidad
  • Restaurantes
  • China
  • Sant Antoni
  • precio 2 de 4

¿De qué va? ¿Qué es un 'dumpling' –o una 'gyoza' o un 'bao' o un ravioli...– sino una versión distinta del mismo? Aquel arquetipo universal de pieza de masa rellena (dice 'empanadilla' o farcellet o 'shaomai') que a menudo se come con la mano y se tragas de un solo mordisco de placer. En dr. Zhang, un pequeño restaurante con espíritu de barrio, se han especializado en el hatillo chino (aunque ellas no lo sean).

¿Y cuáles pido? Pues cualquiera, porque son buenísimos. Y puedes ver cómo te llevan, de la cocina a la mesa, piezas tan variadas y poco ortodoxas como las 'gyoza' rellenos de pato o los fritos con curry. En otoño, 'sus gyoza' de setas variadas son un bocado delicado y con un sabor de bosque en alta definición. Y con el paso de los años ha llevado su cocina hacia un terreno más autoral: además de los 'dumplings', reúnen un buen puñado de platos del sudeste asiático donde introducen el elemento hatillo. Por ejemplo, una sopa de fideos con col china, con 'wantun' de cerdo y langostinos. La relación calidad-precio es excelente

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Les Corts
  • precio 4 de 4

¿De qué va? Que los hermanos Torres se hayan convertido en ultramediáticos no quiere decir que hayan abandonado ni por un segundo la filosofía que enamoró mucha gente –incluyendo a los inspectores de la Guía Michelin– con aquel primer Dos Cielos.

¿Y qué comeré? Cocina 'de recuerdos', que dicen los gemelos, que parte de las recetas familiares y se elabora con productos de temporada, del huerto, y técnicas contemporáneas. Su criatura en Barcelona es un local imponente donde manda la alta cocina, y que demuestra esta pasión de los chefs con el huerto y el jardín. ¿Un ejemplo? La ensalada de 60 verduras de cultivo natural sobre gelatina de albahaca.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Catalana
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Esta joya modernista puede presumir de ser el café en activo más antiguo de la ciudad: ¡desde 1873! Y la buena noticia es que también es un gran restaurante gracias a La Confiteria, expertos en restauración de locales con caché. La primorosa regeneración de la madera y el espacio –un mostrador de 1960, pinturas de Martí Teixidó...– se corresponden con una carta a cargo del chef Víctor Ferrer, llena de cocina catalana suculenta, de buen producto y juguetona.

¿Y qué pido? No te pierdas joyitas como las crestas de butifarra negra, el cogote de cerdo guisado (cocochas porcinas) o un fenomenal rosbif con chimichurri picante. ¡O bombas de bacalao con romesco y chipotle! Y la estación de servicio que hay en medio del local, un mueble expositor con la aristocracia del embutido, es un tótem cárnico ante el que te quedas extasiado. El mejor halago que se le puede hacer a un restaurante clásico es encontrarte con el antiguo propietario comiendo y que te diga que lo hacen requetebién, como ocurre aquí.

  • Restaurantes
  • Marisco
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Cuando oyes marisquería, te viene a la cabeza un señor chupando una bandeja de percebes o Julio Iglesias bajando de un coche tintado en Gran de Gràcia. Y un varapalo que te dejará temblando. Bien, la marisquería Batea –batea es una plataforma de cría de marisco en Galicia– del cocinero Manu Núñez, copropietario del Besta, apunta a “una marisquería no carca, que quiere hacer una cocina sencilla pero no típica”, explica el chef. Y que alguien de clase media pueda permitirse una vez al mes.

¿Y qué pido? Núñez, utilizando excelente producto del Atlántico (en mayoría gallego) y mediterráneo (en mayoría catalán) se inventa platos, platillos y platazos rehuyendo los tópicos dominantes de las bravas con cosas y la croqueta de gamba. Te sorprende con una croqueta-nigiri de salsa verde –la de la merluza– rebozada, que te estalla en la boca y baña el pescado crudo. O te permite hacer una pequeña degustación fría (a 10 euros) con navajas con códium, ostras, tártaro de gamba y un divertido 'saam' (carcelero coreano de lechuga) con mejillones. El espíritu es juguetón y popular, pero el aspecto lúdico (¡qué buenas las coletas de salmonete de roca disfrazadas de cabrito a la milanesa!) no esconde mares y montañas serios y de traca. 

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • El Clot
  • precio 2 de 4

¿De qué va? En una esquina desértica de Meridiana con el Clot, Ricardo García y su pareja, Rika Nakahori, hacen el milagro de servir un menú diario, gourmet y creativo, de cinco platos (dos aperitivos, entrando, principal, postre y una bebida) a 17 euros. Todo hecho desde cero: desde el pan y los cruasanes de desayuno hasta la mantequilla con cilantro que acompaña al pan. Ver a García –un chef vagabundo que ha pasado por Michelins de París, Londres, Barcelona o Dinamarca– trabajar en su primer negocio propio es un espectáculo.

¿Un menú tipo? Puré de tomate con chile, morcilla de Burgos y ensalada de colinabo, y boquerones con hinojo y ensalada de remolacha. Xiitake con mayonesa en el carbón y pecorino. Y un final de traca con una pechuga de pollo a la Royal y puré de coliflor, hecho a baja temperatura, rematado en brasa sobre un fondo de la misma ave, con una sublime interacción entre el puré y el pollo, y melocotón con tomillo y 'crumble' de avellana de postre.

La mayoría de elaboraciones tienen un toque del 'kamado', esa barbacoa nipona de cerámica en forma de huevo. La única elección posible es entre un principal de pescado o carne y una opción vegana, y las noches de fin de semana realizan una degustación de seis platos a 35 euros. El cocinero no almacena recetas: mira qué materia fresca tiene cada mañana, y a partir de ahí hace los platos. "La cocina me sale más fresca y espontánea si trabajo así", dice.

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • La Bordeta
  • precio 1 de 4

¿De qué va? Mitja Galta, con un pie en Hospitalet y el otro en Barcelona, se dedica a la nueva cocina de barrio. Es decir, a dignificar los menús de mediodía a base de tratar bien el producto y altas dosis de creatividad. Algunos ejemplos podrían ser el arroz bomba con callos y zamburiña, o una carrillera de ternera, deshuesada, con una salsa en su punto de chocolate.

¿Y qué se come? Hay que probar su menú de mediodía, propone una oferta semanal de lunes a viernes tan inspirada que vienen ganas de fichar aquí cada día. Parten de la filosofía que todavía hay mucho campo para correr dentro de la tradición. Y lo demuestran cada día con platos tan sorprendentes como el taco de cordero con guacamole. Y siempre, siempre, hay un entrecot fileteado con un toque de autor, y sus arroces del jueves son de traca.

Publicidad
Xerta
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? El restaurante Xerta, en el hotel Ohla, abandera la entrada en la alta cocina barcelonesa del gran desconocido de la gastronomía catalana: el producto del delta del Ebro. El chef Fran López, que a los 25 años consiguió la Michelin en Villa Retiro (Xerta), ofrece platos en los que combina el poder crudo del mar con la creación gastronómica.

¿Y qué se come? La carta es corta, muy enfocada hacia el menú degustación, y al mediodía hay una calidad-precio espectacular, de martes a viernes: aperitivos, un entrante, un segundo de carne o pescado, postres, vino, café y petits fours. Ahora bien, es en el menú de mar adentro de López donde se capta la verdadera dimensión de su cocina: con platos como las cocochas y angulas: un plato con un aroma espectacular.

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Francesa
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 4 de 4

¿De qué va? Romain Fornell, quién fue niño prodigio del alta cocina en Barcelona, es la única estrella Michelin de un cocinero francés de Barcelona. Durante años en el hotel Palace, Fornell –propietario del restaurante– lo trasladó al Hotel Ohla, desde dónde ha continuado la trayectoria de un restaurante que ostenta una estrella Michelin desde 2005.


¿Y como se come? Aquí encontraréis una cocina llena de audacia pero con un espíritu clásico impecable, vehiculada en dos menús degustación. Y entre semana, un menú de mediodía, alerta, a 44 € generoso: primero, segundo, con bebidas, postres y cafés incluidos sin límites.

Publicidad
  • Bares y pubs
  • Bares de tapas
  • El Raval
  • precio 3 de 4

¿De qué va? El nombre del restaurante del chef Toni Romero es uno de los mejores juegos de palabras de la historia: 'suco lento'. Define una cocina que se mueve entre el bar de tapas de moja-pan-y-oscura y la fonda de alta cocina con recetas de una abuela tecnoemocional. ¡Recordad que este tío volvió a poner de moda el solito el rabo de buey!

¿Y qué pido? Se dejan la piel con los zumos, caldos y fondos de los platos, y puede engullir, con emoción y deleite, maravillas como unas albóndigas de pato a la catalana con rebozuelos. Puede mojar a pan a través de dos menús degustación, corto y largo, o a la carta. Da igual, lo que importa es que delicias como el bistec tártaro tibio sobre la médula ósea a la brasa os convertirán en una especie de Pablo Picapiedra gourmet y satisfecho.

  • Restaurantes
  • Mediterránea
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Bodega Bonay es el restaurante de Casa Bonay, meca del lujo 'cool' y asequible de barcelona. Al frente encontramos al chef Giacomo Hassan –ex jefe de partida del Disfrutar, entre otros– que ha transformado el espacio en un templo dedicado a los vinos naturales (¡tienen casi 200! La mayoría servidas a copas) con repertorio de platos de bodega a su manera, y con maridajes de infinitas posibilidades y sin show encorsetado. Esta apuesta por lo natural no es postureo: el chef, milanés, es discípulo directo de Carlo Petrini de Slow Food, y aplica los principios de temporalidad y sostenibilidad a precios de clase media. 

¿Y qué se come? Desde una carrillera de cerdo a la brasa con pan con tomate –os avisamos, el enunciado del plato no miente, pero no es lo que uno se espera– hasta recetas del todo mediterráneas, como un delicioso hojaldre con alcachofa en la brasa y 'labneh', el queso-yogur libanés. Hassan –que tiene raíces en el norte de África– monta y desmonta clásicos mediterráneos con mano virtuosa y un toque especiado. El espacio, con la cocina abierta y una barra larga esquinera, es bonito y sobrio, ejemplo de buen diseño. La pasta es extraordinaria: probad los ravioli del Plin, servidos calientes en una servilleta, o unos ñoquis impecables. 

Publicidad
Fonda Espanya
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • El Raval
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Un viaje al modernismo en un emplazamiento histórico en el Raval, proyectado y decorado por Domènech i Montaner y de la mano de uno de los grandes de los fogones, Martín Berasategui. ¡Un lujo de comida que hay que probar sí o sí! La Fonda España presenta la tradición modernizada y tiene su máximo exponente en el producto de la tierra, marca de la casa.

¿Y qué pido? El chef Germán Espinosa, artífice de la carta, enfoca la alta cocina y la cosa moderna desde un ángulo de tradición popular que desarma y conquista el paladar. Esto es cocina de mojar pan con recursos tecnoemocionales que se utilizan de manera precisa y meditada, y que te hacen saltar la memoria gustativa atrás ya la vez la galvanizan. Ejemplo top: un ravioli de gamba roja con salsa de setas y aire de trompeta de la muerte. Y la relación calidad-precio es extraordinaria, en un menú de diez pasos en que gozarás comparando la estética del plato con los mosaicos modernistas. Aunque también se puede hacer un menú de mediodía o un recorrido más corto, pero siempre excelente.

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas –trío de ex jefes de cocina de ElBulli y propietarios de Disfrutar– se han asociado con Nil Dulcet, quien fue el primer jefe de cocina del restaurante biestrellado del Eixample, para abrir el hermano urbano del Compartir Cadaqués. No es una traslación a Barcelona, ​​sino el mismo estilo culinario con una oferta distinta. 

¿Y qué comeré? La cocina es una exhibición de técnica y complejidad, con el mediterráneo en la cabeza: platos de inspiración popular –como la ensalada de remolacha y sorbete de ajoblanco– o con alguna mirada a Àsia; un 'shabu sabu' de salmón con sopa de miso certifican que este es un nuevo camino (y no os perdáis las maravillas que hacen con humilde pescado, como sardinas y caballa).

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Diagonal Mar i el Front Marítim del Poblenou
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Integrado en el 'lobby' del hotel –topas con el restaurante apenas entrar, 'aürt' quiere decir traba, un matiz del nombre–, estamos ante un gastronómico para 17 comensales divididos en una mesa pequeña para seis, una grande para ocho y una redonda baja para quien quiera intimidad. Y toda la cocina de Artur Martínez se hace delante del cliente –cada mesa barra tiene una inducción, y el ‘office’ está equipado con plancha, horno, brasa y salamandra. “La separación física con el comensal diluye el discurso, y hace que pierdas información”, valora. Pues ahora la tendremos toda.


¿Y qué comeré? Él usa el término “exotismo de proximidad”. Veamos el menú: 16 pasos a 89 euros, 16 pasos a 89 euros, donde detrás la aparente obviedad de enunciados como bonito con vinagreta o salmorejo de gamba, Martínez y su equipo ponen el plato dentro y fuera de contexto y lo rehacen en maravillas entendedoras pero que abren “mundos nuevos en términos organolépticos”. No tienes que hacer malabares para entender qué comes ni para comerlo, pero el choque está ahí.

Dos Palillos
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • El Raval
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Albert Raurich –bulliniano de pro– demuestra que existe hermandad entre las tapas asiáticas y españolas, y un nivel de excelencia de producto y creatividad que le ha valido su primera estrella Michelin.

¿Por qué tengo que ir? Dos Palillos es una perfecta fusión entre bar Manolo y barra asiática de alta cocina, un lugar que no tiene mesas y donde, si no tienen tiempo, no te van sirviendo el vino. Reflexión: parte de la estrella Michelin siempre premia el servicio, y que ellos la tengan todavía pone en más valor sus fenomenales tapas asiáticas.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Gràcia
  • precio 3 de 4
¿De qué va? El silvestre encanto de Agreste: está en la antigua Casa Fausto en lo alto del Carmel, a un salto de barandilla del parque de la Creueta (ellos lo hacen a menudo, para ir a buscar hierbas). En los años 40, Casa Fausto era la última parada del ómnibus de Vallcarca y abrió como bar en 1946. Hoy, el comedor sigue siendo la cochera y la cocina está en la antigua sala de espera. En la azotea, hay un huerto con especias antiguas y hierbas aromáticas. Por motivos legales, Fabio Gambirasi y Roser Asensio, los dueños del aclamado Mala Hierba, cambiaron el nombre de su establecimiento a Agreste.

¿Y qué se come? La oferta y las intenciones siguen siendo las mismas. Fabio tiene la mano izquierda de un cocinero creativo, llena de sorpresas: “No hago cocina italiana ni española. Si tengo que ponerme una etiqueta, me gusta la de cocina del paisaje”. Puede decirlo más alto pero no más claro. Platos como su delicioso medallón de casquería apuntan hacia la estrella Michelin. No digas que no te hemos avisado.
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Sant Antoni
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Vuelve el espectáculo donde estuvo Tickets. El restaurante que inauguró el Paral·lel como meca de la alta cocina moderna de Barcelona, vuelve a funcionar bajo la dirección de los hermanos Iglesias y un personal de cocina vinculado al ecosistema Michelin que se creó. La espectacular disposición del restaurante no ha cambiado, y ver a treinta profesionales de alta gama en acción sigue siendo un show

¿Y qué se come? Lo dirige el chef Oliver Peña, un bulliniano de pro –su anterior trabajo fue como chef ejecutivo de Enigma, y ha pasado por 41º o Hacienda Benazuza– que ejerce una cocina que es mucho más efectiva que efectista, con una exhibición de técnica y creatividad donde se percibe un crecimiento orgánico y ganas de aflojar los corsés de la alta cocina a base de disfrutar. Cuando catas maravillas como el flautín de ternera, las notas sobran: una barrita de pan hueca, cubierta por un solomillo de ternera, donde el añadido de grasa de vaca da la sensación de comer un chuletón a la brasa en un snack. O unas sardinas rebozadas con salsa tártara y jamón ibérico que te transportan a la mejor hora de la merienda de tu vida.

Publicidad
  • Bares y pubs
  • Cervecerías artesanas
  • precio 2 de 4

¿De qué va? La Textil es uno de los espacios dedicados a la restauración más singulares de Barcelona: sus 1.100 m2 acogen un bar de cerveza artesana, un restaurante, una cafetería y una fábrica de cerveza que tiene una capacidad de producción de 120.000 litros anuales.

¿Pero se come bien? De narices. El chef es Pablo Lagrange, quien fue jefe de partida de Tickets. Este argentino tiene el horno Josper más grande de Barcelona. Y a pesar de ello se desmarca del tópico de la carne a la brasa para hacer una cocina de fuego, humo y fermentación con un potente y personal toque herbáceo. Son platos ligeros y herbáceos llenos de carácter: platos como una ensalada rusa con la verdura sobre una mayonesa de eneldo y guisantes. El agua filtrada (con gas o sin) es gratis. La filosofía es combinar y reutilizar, no torturar a los estadios físicos del plato.

  • Restaurantes
  • Española
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? El restaurante Oria, en el hotel Monument, está con puerta con el Lasarte (tres Michelin desde 2016). Oria recupera la tradición que instituyó el cocinero vasco en 1993: “Pague usted lo que quiera, que Martín confeccionará el mejor menú que pueda con su equipazo”, decía el cartelito que colgó. "Con esto he conseguido que entre la gente sin pereza y sin miedo", valora. Propones un precio mínimo de 60 € y manos a la obra.

¿Y qué me llevarán a la mesa? Cosas delirantemente buenas como un canelón de pies de cerdo y cola de buey (sofrito gelatinoso: ¡qué bueno!), un jugoso lomo de rape con alcachofas, berberechos y alcaparras con importantes matices de los brotes (carne de mar y montaña veggie!) y un solomillo de vaca asado donde el puré de api-rave alivia la salsa perigordina. La cocina de anteayer y de pasado mañana, ahora.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa

¿De qué va? Desde fuera, cuesta imaginar que tras la fachada de un bar en la Zona Franca se esconda uno de los mejores restaurantes de Barcelona, ​​pero así es. Abierto como granja y charcutería en 1974, la cocina de la matriarca Olga puso las bases de una alta cocina de barrio de inmejorable producto que ha dado un paso más allá con la segunda generación, la de sus hijos Borja, Guillermo y Patricia Sierra.

¿Y qué pido? Aquí encontraréis platos de cuchara con una fuerte influencia vasca -Borja trabajó en Zuberoa de Hilario Arbelaitz, uno de sus maestros- y sobre todo un ingenio y creatividad que hacen que sobrepasen la tradición, pero que mantengan el espíritu. Con un pie en la creación y otro en la cocina de siempre, pero siempre con intención y material gourmet. Ejemplo del primer caso, merluza con jugo de espárragos, amontillado y almejas. Del segundo, canelones de San Esteban con bechamel de trufa. 

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Sant Antoni
  • precio 4 de 4

¿De qué va? Tras pasar por grandes cocinas y hacer largos viajes por el mundo, los jóvenes cocineros Francesc Beltri (catalán) y Nicolás de la Vega (mexicano) abrieron un restaurante nada convencional en Sant Antoni: un gastronómico que trabaja para integrar ingredientes y sabores foráneos a la cocina catalana, huyendo de exotismos fáciles, que apuesta por los sabores potentes y por la experiencia global.

¿Y qué se come? El restaurante –una larguísima cocina abierta– tiene una propuesta que solo funciona con menú degustación, uno largo y uno corto. Encontrarás platos como la royal de codium con gelatina Dashisoyu, berberecho y gel de limón y jengibre, o el curry verde especiado y herbáceo, guisante de lágrima, pil-pil de tripa de bacalao y gel de yuzu. Hacen algo muy difícil: la creación de platos desde cero. En algunas elaboraciones sí se apoyan en clásicos redefinidos y cruces. Pero en otros, como una alucinante mezcla de postre y ensalada, alcanzan cimas de inspiración y complejidad que les señalan como verdaderos creadores.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Catalana
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 2 de 4

¿De qué va? Can Marlau es el primer restaurante propio de Ferran Soler, quien fuera jefe de cocina de la Bodega 1900 de Albert Adrià. El chef aporta todo su valor añadido en un bar-restaurante gastronómico –esta es la definición que utiliza– donde encontraréis una cocina catalana de casa de comidas y tapas impecable, con toda la finura, técnica y producto que uno espera de un bulliniano metido a lo tradicional. Carta, a precios asequibles, en estricto horario de casa de comidas: de lunes a viernes de 8 a 16 h, con especial atención al desayuno de tenedor.

¿Y qué se come? Desayunos de tenedor potentes y buenísimos –huevos fritos con chistorra, carita de cerdo, tortilla de bacalao y ajos tiernos...– y al mediodía la carta aún gana más músculo y colágeno con cuchara, guisos y tapas: ejemplos de técnica aplicada al hecho popular. El producto es excelente; como una ensalada rusa sin historias (patata, atún, bonito y pimiento, pero ¡qué mahonesa!) o una ensalada de tomates de temporada con sardina ahumada y aceite de pistachos.

  • Restaurantes
  • Vegetariana
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 2 de 4

¿De qué va? Tras el éxito de Fat Barbies –un restaurante de carne hecha con brasa y humo– hay unas guarniciones vegetales extraordinarias. Tanto, que ahora tienen su propio 'spin-off' en Fat Veggies: el mismo principio aplicado al mundo vegetal. Juan Martini, chef y socio propietario, explica que "podrían haber hecho verduras a la brasa, vinagretas y tira millas", pero se han complicado la vida con una cocina vegetal compleja y sabrosa, con mucha influencia de Oriente Medio.

¿La verdura no es aburrida? Esta no. Los platos son abundantes pero complejos. Por ejemplo, una coliflor hecha con tres puntos de cocción diferentes, sobre un puré de coliflor -hecho del tronco de la verdura- con chocolate blanco; es crujiente, cremoso, delicioso, cambia tu percepción de una verdura aburrida. O una crema de pimientos con espárragos a la brasa, que se convierte en un estudio de la combinación del pimiento con el rábano, y que rebano con un pan de patata violeta fermentada brutal. Los postres son excelentes. 

Publicidad
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Esto no era una pipa, y esto no es un restaurante. No cómo los conoces; Comida Codac es una galería gastronómica donde Miquel Coulibaly crea y exhibe/lleva a la mesa sabores y texturas por temporadas. Todo conceptualizado desde cero: nada de lo que comeréis existía antes. Ni fusiona cocinas ni hace trampantojos: te llegará a la mesa una colección de once platos (colección larga) u ocho (corta) donde plasma los sabores y texturas que le pasan por la cabeza.

¿Pero esto se come? ¡Por supuesto! Como un merengue de bacalao o unos prepostres de musgo verde. Arte y artesanía: no utiliza ningún tipo de químico o texturizante, solo grasas y almidones naturales, y la vajilla la ha hecho él mismo. Lo que quieren aquí es que comas sabores y texturas que no has experimentado antes. Exploradores, os esperan sensaciones fuertes (y alguna muy extrema) y también muchos aciertos. El inenarrable local, entre un almacén cárnico y una piscina cubierta, sube el volumen del extrañamiento

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Cuando se habla de cocina de producto, es curioso que todavía se dé por supuesto que estamos hablando de gambas del tamaño de pistolas. Pues el producto es también lo verde, claro. Esto lo sabe muy bien Rodrigo de la Calle, que defiende el concepto de gastrobotánica: una cocina basada en elementos vegetales –que pueden ser tallos, semillas, especias...– en peligro de extinción o desconocidas, y en la que la proteína animal no sea el foco de atención, sino un condimento.

¿Es un vegetariano, pues? ¡No! Es un restaurante en el que las verduras tienen el protagonismo. Al mediodía, se puede comer un menú de precio asequible –para un hotel de cinco estrellas– donde lo vegetal se convierte en sabroso, y crocante protagonista de platos como un canelón de espinacas con pollo de payés. Por la noche, manda la degustación gastrobotánica, en dos largos menús de creatividad verde absoluta, con platos ya icónicos como el bistec tártaro de remolacha. La trazabilidad y sostenibilidad de lo que comeréis es absoluta.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Peruana
  • Gràcia
  • precio 3 de 4

Leche de Tigre, con el chef peruano Dieter Westphalen al frente, cuenta con una carta que, en su brevedad, resume de manera modélica esta enorme cocina: encontraréis desde la influencia nikkei hasta la china, pasando por el bocadillo peruano -el 'sanguche'- y, sobre todo, la cocina popular: el magnífico pulpo' anticuchero ' ejemplifica el paso de la cocina de supervivencia al alta gastronomía.

Dicho pulpo se llama 'anticuchero' porque tiene el sabor del 'anticucho', el plato de calle más icónico del Perú. Que no es otra cosa que ... ¡Una brocheta de corazón de vaca! Pero el sabor 'anticuchero' no proviene de la víscera, sino de la marinada aplicada al pulpo el día antes: una mezcla de 'ají panca', comino, pimienta negra, ajo y ají amarillo. El pulpo marinado -crujiente y tierno por dentro– descansa sobre un puré de 'choclo' de maíz fresco, enriquecido con ajís. La carta es breve y cuidadosa, y en el menú de mediodía, a precio asequible, entran y salen platos del día de espíritu popular hechos con mano de alta cocina y aires 'chaufa' (China más Perú). Como su 'aeropuerto': salteado de arroz y fideos con magret de pato con salsa hósin (y los cebiches son excelentes, claro). También tienen una de las pocas barras de Barcelona especializadas en coctelería peruana.

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Vila de Gràcia
  • precio 3 de 4

¿De qué va? El hotel Casa Fuster, una joya modernista, tiene un restaurante gastronómico a la altura de las circunstancias (excepcionales. Es la obra paradigmática de Domènech i Muntaner, y en su momento, 1911, fue el edificio más caro de Barcelona). Aleia, dentro de un hotel cinco estrellas gran lujo, es un ambicioso proyecto a cuatro manos entre el chef argentino Pablo Airaudo (Fat Duck, Arzak) y el jerezano Rafa de Bedoya.

¿Y qué se come? Alta cocina de lo más personal, fruto de la identidad italiana de Airaudo y los toques andaluces de Bedoya, más un pellizco del sudeste asiático. Estas influencias se hacen patente en platos como el 'Chawanmushi' –natilla japonesa con huevo–, consomé ibérico y tártaro de calamar, y llega a la cima del talento combinatorio con platos ganadores, como una croqueta cococha de merluza con espinacas.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Española
  • El Poblenou
  • precio 2 de 4

¿De qué va? En el corazón del 22@, el chef Rafa Zafra (Amar, Estimar) comanda un restaurante de menús, o una casa de comidas, como queráis llamar, como una catedral (también por su enormidad). Per Feina es un restaurante de menú diario alucinante, a precios populares  que en realidad ofrece una carta encubierta. Dieciocho platos a elegir dos. La oferta es muy generosa: el menú (sin extras) incluye una copa de vino, agua, aperitivos, café y una elección ¡del carro de postres!. El servicio, rápido, eficaz y nutrido, es más propio de un hotel cinco estrellas que de un restaurante de menú.

¿Y qué pido? La comida es excelente: por ejemplo, unos garbanzos con capipota con la legumbre con el punto justo de cocción, la carne melosa y el fondo de cuchara picante y con muchas horas de chup-chup. Buenísimo, como un arroz a la cazuela con chuleta de cerdo deshuesada, trompetas de la muerte y 'cama-secs', y que lleva unos pellizcos de alioli finos y suaves. 

  • Restaurantes
  • Española
  • Vila de Gràcia
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Molino de Pez es descendiente de La Ancha de Madrid, un restaurante como una catedral, que abrió en la capital de España a principios del siglo veinte, en origen una casa de comidas y taberna. Y Molino de Pez representa la actualización de la casa de comidas madrileña con postulados de alta cocina.

¿Y qué pido? Pues platazos como unas increíbles tortillas de patatas, pura jugosidad y de silueta afrancesada, unos callos a la madrileña extraordinarios, una merluza rebozada con salsa de chipirones que te lleva de golpe a San Sebastián, en una ensaladilla rusa que fluye cuello abajo... Si se quiere gastar bien comiendo, pero estás harto de menús degustación con trece cosas con pinta de limo verde, este es tu lugar: alta cocina neotradicional, sólida y de ración potente, para hacer primero, segundo, postre y copita de digestivo.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 4 de 4

¿De qué va? El buque insignia de la cocina vasca es capaz de satisfacer al "pinchador" más exigente, ya sea en términos de cantidad o de calidad: la barra de Argenteria tiene capacidad para unas 125 personas de pie y dispone de una selección de más de ochenta pinchos. El 90% de sus productos vienen del País Vasco. 

Abierto en 1998, además de pinchos, aquí encontrarás una cocina vasca tradicional que reivindican con una ejecución fina y moderna (su bacalao ajoarriero es un beso salado de mermelada de tomate). Y una ternera suprema redondea la ecuación: buey gallego, comprado los mejores mataderos de la piel de toro, madurado y cocinado con una mano divina. Iñaki López de Viñaspre es uno de los grandes cocineros de carne de Barcelona. 

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Sant Antoni
  • precio 4 de 4

¿De qué va? Albert Adrià redefine su proyecto más personal. Si en un inicio Enigma era un restaurante y coctelería donde el comensal paseaba –metafórica y literalmente– por un menú de 40 elaboraciones distribuidas en cinco zonas de un multiespacio, maridando con tragos cada plato, ahora Enigma tiene dos pases: un servicio de mediodía dónde comer a la carta (y con las manos) platos herederos del espíritu Tickets, que revolucionó la tapa en Barcelona.

Por favor, sé más concreto. Pues artefactos de precisión y sabor extraordinario, como su club Sandwich o un paté en croûte reconstruido como pizza. Y a las cinco, comienza lo que dice 'fun dining': la carta se adapta a maridaje de coctelería que se bebe y se come entre sorbos, música y ganas de bullicio de tarde. Por cierto, cierran a las nueve de la noche y no se puede entrar ni con camiseta imperio ni con chancletas.

Publicidad
  • Restaurantes
  • Catalana
  • El Poblenou
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Escondido bajo el aspecto de chiringuito de barrio, en Marià Aguiló –el verdadero corazón comercial de Poblenou–, el Echegaray es un pedazo de restaurante de proximidad. Una pareja joven, Beltrán Sastre y Erola Vila, se conocieron estudiando en el barrio –en ESHOB– y no quisieron marcharse. En 2019 decidieron abrir un restaurante como la tienda de discos cercana: ultralocal. Él, segoviano, ella de Taradell, se instalaron en un bar 'carajillero' y cambiaron el concepto de pies a cabeza.

¿Y cuál es el famoso concepto? Una pizarra con ocho o nueve platos de estricta temporada, con producto excelso que compran en el mercado y los comercios cercanos (menos el bacalao). El plato más emblemático, por el lado alto, son unas cocochas de bacalao al pil-pil espectaculares, y por la baja unas patatas bravas de berenjena. En medio, un repertorio de plato entero que se renueva todos los días, según mercado, y que puedes pedir en media ración si no tienes más remedio que ir solo. Claro que, con media de 'torreznos' –¡hechos por un segoviano!– y media de calamares con butifarra no necesitas nada más.

  • Restaurantes
  • Catalana
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4

¿De qué va? Un urbanita necesita dos cosas: buena comida y una ferretería. En Casa Ràfols ahora solo está lo primero; pero de 1911 a 2013 fue una ferretería, con la particularidad de que su sótano ejerció de comedor clandestino durante la Guerra Civil. En 2019, se convirtió en el restaurante que el sótano soñaba.

¿Y ha valido la pena? Por supuesto. Ya no hay tornillos ni llaves Allen, pero su magnífica cocina catalana, con elaboraciones cien por cien caseras y hechas desde cero, te dejan fino y bien arreglado, con platos como sardinas marinadas en casa o pulpo a la parrilla con Parmentier. Son platos sabrosos y sin juegos de manos, como unos espárragos cojonudos con verduras a la brasa, o carrillera de ternera a la brasa con puré de calabaza asada. 

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad