Partiendo desde un "punto de vista radicalmente ecológico, de temporada y de km 0", que es el que explica el chef Pere Carrió que aplica al Gato Azul, los resultados pueden ser maravillosos: "Una papada de cerdo ecológico cuesta 4 euros. Un kilo de garbanzos eco, 3 euros. El entrecot es caro, pero podemos hacer tartar de partes menos nobles". Y a fe que lo consiguen. Hacen la pequeña gran pirueta de un menú ecológico, tradicional, económico y creativo donde cinco de las ocho opciones son vegetarianas. ¡Y cada día varía! En 2011 se adscribieron a la filosofía slow food.
Cualquier plato del menú o la carta vale la pena. Pere Carrió trata toda la materia prima con exquisitez, pero por encima de todo la verdura, reivindicando el valor gastronómico de cada hortaliza, su singularidad y potencial. La gamba de Palamós no se echa de menos ante filigranas como un escabeche crujiente de zanahoria con semillas crujientes y cebolla confitada, o un canelón de pollo con espuma de nabo. En las noches, cenas de alta cocina cercana por 25 euros. Fue elegido Mejor Restaurante Vegetal de España del 2020 (tienen un largo apartado vegetariano y vegano) en la We're Smart Green Guide.