"Lo llamo cocina de autor porque me invento platos, mezclo cosas y pongo de mi cosecha, no por pretensión", explica el palentino Jonatan Izquierdo, que con su socia y pareja, Laura Humanes, abrieron Oníric en enero del 2024, donde estuvo la primera Panxa del Bisbe: ese restaurante delicioso con ojos de buey y una barro de piedra maciza. Vienen de la alta cocina (Moments, Nova de Orense...) y su intención es retar al comensal con vanguardia y provocación. Pero que pueda permitírselo: menú degustación y menú de mediodía a precios muy contenidos. ¿Ejemplos? Un intenso bistec tártaro de corazón de vaca con mayonesa de kimchi, con yema de huevo curado en soja que te rayan al momento, que aporta sal y melosidad, o un calçot juguetón, entre el confit goloso y ricota y el sabor austero de un praliné de avena.
Creatividad de la buena: con sustancia y los pies en el suelo, que encontrarás a raudales en el mencionado menú degustación, como por ejemplo en unos calamares con pepino, sobre brotes de soja, cacahuetes y salsa césar. Aquí hay mucho trabajo: menú de mediodía, degustación y carta no se prestan platos entre sí.