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Posiblemente, lo mejor que ha salido del confinamiento —incluido ese fermento de masa madre que por fin dominamos. Esta historia de cuarentena de los años 50 parece la respuesta caprichosa y surrealista de Wes Anderson a 'La dimensión desconocida' trasladada al polvoriento desierto del viejo Oeste. Afortunadamente para un cineasta con un estilo que a veces puede resultar a veces distante, el sentimiento y la elegancia atraviesan 'Asteroid City'. Es su película más agridulce sobre la familia desde 'The Royal Tenenbaums' y, sin duda, la mejor desde 'El gran hotel Budapest'.
El escenario es la ficticia ciudad desértica de Asteroid City, aunque en un meta-giro, es en realidad el escenario de una obra de televisión que se desarrolla en forma de película, escrita por el legendario dramaturgo Conrad Earp, interpretado por Ed Norton, y narrada por Bryan Cranston. Es un lugar que solo podría haber surgido de la imaginación ridículamente fértil de Anderson. Las formaciones rocosas de Monument Valley y los cactus perfectos como emoticonos adornan el pintoresco telón de fondo, mientras las pruebas de la bomba atómica detonan serenamente en la distancia entre nubes de algodón.
Aquí, entre cabañas simétricas, máquinas expendedoras de martinis, gasolineras y estaciones de tren de juguete y un gigantesco cráter de asteroide, su rico elenco de personajes se reúne bajo el sol abrasador de Arizona para flirtear, lamentarse, discutir y, en última instancia, esperar interminablemente cuando una convención escolar de astronomía es interrumpida por un repentino confinamiento decretado por el gobierno estadounidense.
Jason Schwartzman es el eje melancólico de la historia en el papel del fotógrafo de guerra Augie Steenbeck, recién viudo, mostrando nuevos matices como un hombre incapaz de aceptar su pérdida, y mucho menos de dar la noticia a sus hijos. "¿Estás diciendo que nuestra madre murió hace tres semanas?", pregunta su hijo perplejo, una frase a la vez cómica y triste, en un guion de Anderson repleto de ellas.
Compartiendo el protagonismo está Scarlett Johansson, que aporta la energía trágica de la actriz principiante Midge Campbell, con una hija pequeña y un mundo de angustia a cuestas. Maya Hawke y Rupert Friend interpretan a una profesora de ciencias y a un vaquero cuyo romance florece entre epifanías astronómicas y repentinos números musicales, mientras que Tom Hanks, debutante con Wes, encarna al suegro de Augie. Y un destellante Jeff Goldblum se hace con la película en tres segundos.
Un destellante Jeff Goldblum se hace con la película en tres segundos
¿Sería exagerado detectar algo muy personal en todo esto: el autoescrutinio de un padre con un hijo pequeño y un trabajo abrumador, reflexionando sobre sus responsabilidades? En el mundo de 'Asteroid City', los niños son el lastre emocional de los adultos, y no al revés. Hay ternura, pero también un toque de autorreproche con el que probablemente se sientan identificados la mayoría de los padres.
El estilo característico de Anderson siempre acapara la atención —y las habituales pantallas divididas, panorámicas deslizantes, composiciones precisas y un ornamentado diseño casero están firmemente presentes aquí—, pero también es un buen director de actores, y los contrastantes intérpretes de 'Asteroid City' armonizan maravillosamente para alcanzar algunas notas nuevas para el cineasta. (Probablemente, ayudó el hecho de que el reparto estuviese en cuarentena tanto fuera como dentro del plató).
El efecto general es de asombro, excentricidad y angustia, y conectará profundamente con cualquiera que haya pasado recientemente un periodo prolongado encerrado en estrecha proximidad con otros seres humanos. ¿Quizás el confinamiento no fue tan malo, después de todo?
'Asteroid City' se estrenó en el Festival de Cannes. Estreno en España el 16 de junio.
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