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Se acerca cada vez más el terrible día en que Martin Scorsese, de 80 años, colgará definitivamente la claqueta, pero el cineasta no se irá tranquilamente sin hacer ruido. Su último film, absolutamente apasionante, de construcción impecable y cargado de política, quita el polvo de un rincón abandonado de la historia indígena estadounidense –los asesinatos en serie de los nativos americanos osage en el Oklahoma de los años 20– para contar una historia de avaricia, violencia e injusticia sistémica a la altura de sus mejores trabajos.
Tres horas y 26 minutos que pasan volando
A principios del siglo XX, el pueblo osage encontró petróleo. Esto le enriqueció, pero también atrajo a hordas de charlatanes, extorsionadores y estafadores blancos como abejas a un bote de miel. 'Los asesinos de la luna' recrea este mundo al estilo vérité, un lugar donde la cruda jerarquía racial estadounidense se ha dado la vuelta. Y es entonces cuando los cadáveres comienzan a acumularse. El guion apunta al magnate ganadero William Hale (Robert De Niro) como el hombre detrás de los crímenes. Para acelerar el proceso de obtener los derechos del petróleo, necesita que su sobrino Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) se case con Mollie (Lily Gladstone), heredera osage, pero lo que no se espera es que el sobrino se enamore de ella.
Mejorando con la edad, DiCaprio humaniza este hombre irresponsable, pero es Gladstone quien vende la idea de que hay algo en Burkhart que vale la pena amar, y con ello, vende toda una película de tres horas y 26 minutos que pasan volando.
Dir. Martin Scorsese (Estados Unidos, 2023). 206 min. Estreno: 20 de octubre.