Alojamientos sorprendentes de Airbnb en Barcelona

Repleta de plantas, enormes y luminosos ventanales y un ambiente rústico, esta casa os enamorará. Durante vuestra estancia, el color verde os rodeará fuera y dentro de la casa, ya que tiene un precioso patio en el interior para disfrutar de los ratos de sol y, a la vez, se encuentra en el barrio de Can Baró, en una zona rodeada de parques y jardines, al lado del Parc del Guinardó. En la parte de arriba, en el mezzanine, encontraréis una pequeña y acogedora zona de tranquilidad con una cama a tocar del suelo y una pequeña librería. ¡Y aún hay más! La casa cuenta con una increíble azotea desde donde podréis disfrutar de las mejores vistas de Collserola. Perfecta para los amantes de la naturaleza y del deporte.

Si buscáis un lugar desde donde disfrutar de buenas vistas, en este ático alucinaréis. Abierto a la montaña de Montjuïc por un lado y a la del Tibidabo por el otro, parece que la ciudad se adentra en el interior del piso para ofrecer su mejor cara. Os impresionará salir de la cama, abrir los ventanales y encontraros delante con toda Barcelona. ¡Incluso la podréis ver sin salir de la cama! En su terraza, decorada con plantas y flores de todo tipo, también encontraréis hamacas y un ‘lounge’ para tomar el sol y disfrutar del aire libre. ¿Nuestra recomendación? Que no os perdáis la puesta de sol: los colores del cielo por encima del Tibidabo son espectaculares.

¿Os habéis imaginado alguna vez cómo sería vivir en la casa de un artista? ¡Aquí os podréis sentir como si lo fueseis! En este espacio diáfano, pintado de blanco y con las paredes de ladrillos os sentiréis como verdaderos artistas, repletos de inspiración y armonía para pasar unos días mágicos. Situado a tan solo unos minutos del Palau Nacional y las fuentes de Montjuic, aquí disfrutaréis de una experiencia enriquecedora en pleno centro de la ciudad. Fijaros en cómo de bien están distribuidos sus puntos de luz y cómo esta entra por todos sus modernos rincones a través de la terraza interior. Sin duda es un lugar perfecto para relajarse y dejar volar vuestra imaginación como si estuvierais en la casa de un pintor vanguardista de Nueva York.

Cuesta imaginar que entre las calles de una zona tan transitada, viva y urbana como Gràcia se pueda encontrar un apartamento que tenga la capacidad de transportarte a un pueblecito rural… ¡Pero esta superará todas vuestras expectativas! Os encantará entrar en esta súper casa de madera rodeada por dos grandes terrazas llenas de plantas y de luz que parecen entrar directamente en el salón. Los espacios amplios y luminosos de la casa os harán encontrar vuestro momento de tranquilidad y os permitirán coger aire en un ambiente muy acogedor y familiar. Y es que su techo con vigas de madera, sus puertas y muebles rústicos, el suelo de cerámica, los azulejos verdes  y los detalles de piedra os trasladarán directamente a una casa de pueblo de montaña.

A tan solo cinco minutos andando de la Catedral de Barcelona encontraréis este apartamento rodeado de historia, en pleno Barrio Gótico. Este ático mantiene la esencia de los pisos antiguos de la ciudad condal, pero con un toque de modernidad y, claro, con todas las comodidades actuales para que aprovechéis la estancia al máximo. Acogedor, luminoso y con una amplia terraza ubicada entre las azoteas del barrio, ¡os encantará! Y es que su decoración juega con toques rústicos y madera y con detalles verdes tanto en las puertas como en los bordes de las paredes y en las distintas plantas distribuidas por todo el piso. No olvidéis mirar dónde pisáis, ¡porque su suelo está cubierto de ‘rajola hidráulica’! Sin duda, un ático lleno de detalles.

¡Os enamoraréis de este bonito estudio rústico! Con un alto techo de vigas de madera y un gran ventanal justo al lado de la cama, despertar con los primeros rayos del sol en este apartamento os hará entrar de nuevo en un sueño idílico. ¡Perfecto para una sorpresa romántica! Y es que este estudio marida la familiaridad y los puntos acogedores de su decoración rústica con la modernidad de su distribución, sus luces y su zona de trabajo. Es como un estudio parisino, además, no habrá nada mejor que salir a su pequeño balcón y disfrutar de un buen croissant con vistas a las alegres calles del Gótico. ¡Un plan de lo más ‘charmante’!