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Donostia/San Sebastián al aire libre

Parques, playas y montes para disfrutar a la fresca

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Igeldo

Igeldo

La cima de esta montaña está coronada por un curioso parque de atracciones que cumplió 100 años el 25 de agosto de 2012 y que todavía conserva buena parte de las atracciones originarias. Una especie de Disneyland retro (y a pequeña escala) que ofrece la experiencia única de admirar Donostia/San Sebastián mientras se viaja en una montaña suiza de la Belle Époque.
www.monteIgeldo.es
El Monte Urgull

El Monte Urgull

Una excelente idea para quemar filetones y kokotxas es dar un paseo por este monte situado en el extremo de la Parte Vieja. Se puede acceder desde varias entradas pero una buena opción es hacerlo desde las escaleras próximas a la Basílica de Santa María, que ascienden implacables hacia la cumbre. El esfuerzo vale la pena ya que el camino está rodeado de un bosque frondoso que os hará olvidar que estáis en una ciudad. En la parte más alta se sitúa el Castillo de Mota, una fortificación del siglo XII muy bien conservada. El castillo alberga un pequeño e interesante museo sobre la historia de la ciudad, que además tiene premio: desde la azotea disfrutaréis de unas vistas espectaculares de Donostia y su bahía. De bajada, os esperan algunas sorpresas más, como el Cementerio de los Ingleses.

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La Concha

La Concha

La más clásica, la más fotografiada, la más visitada es también la playa más céntrica de la ciudad. Única en el mundo, se extiende a lo largo de un kilómetro y medio de arena blanca. La Concha está considerada una de las playas urbanas más bonitas de toda Europa.
La Zurriola

La Zurriola

Olas, surf y juventud. Estos son los componentes principales de la Zurriola, la playa con más movimiento y ambiente de la ciudad. Situada en pleno barrio de Gros, se ha convertido, desde su remodelación hace quince años, en el destino favorito de surfistas y jóvenes de todo el mundo con ganas de divertirse y conocer gente. A la ‘Zurri’ se viene, sobre todo, a moverse. Ese dinamismo es su mayor atractivo. Campeonatos y cursillos de surf, de voleibol, partidos de fútbol o de palas... La cuna de la actividad playera se encuentra aquí, en los 800 metros de largo que ocupa la Zurriola.
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Cristina Enea

Cristina Enea

Este monumental parque, situado junto al edificio Tabakalera, cerca de la Estación del Norte, fue en su origen el jardín privado de la finca de los duques de Mandas. A la muerte de su esposa, el duque donó la finca a la ciudad con la condición de que se llamara Cristina Enea (en euskera, ‘Casa de Cristina’). Propiedad municipal desde 1926, este histórico parque es un gran bosque lleno de encanto que cuenta con árboles de gran tamaño y especies exóticas como el ginko y el cedro libanés, así como con verdes explanadas que acogen patos, cisnes y pavos reales. Desde hace pocos años, una pasarela comunica el parque con la otra orilla del río Urumea, lo que permite continuar el agradable paseo sin necesidad de desandar los propios pasos. Así, la visita puede alargarse hacia el estadio de fútbol de Anoeta y hacia los diferentes puntos de interés de la zona de Reyes Católicos.

Parque de Miramar

Parque de Miramar

Miramar es, sin lugar a dudas, uno de los espacios verdes mejor situados y con mejores vistas de Donostia/San Sebastián. Los jardines del palacio Miramar, construido en el siglo XIX para albergar a la familia real durante sus estancias en la ciudad y que recuerda a las casas de campo inglesas, están situados en pendiente hacia el mar. Su ubicación, entre las playas de la Concha y Ondarreta, hace de estos jardines un lugar en el que el azul del mar y el verde de la hierba se funden en plena armonía. En la parte más baja se encuentra el Pico del Loro, estratégico punto de separación de ambas playas. Los accesos al parque también son de una gran belleza, tanto desde el barrio del Antiguo como desde el paseo de Miraconcha.

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Monte Ulía

Monte Ulía

Antigua atalaya de avistamiento de ballenas, Ulía comprende una extensa zona verde de más de 300.000 metros cuadrados. A principios del siglo XX se constituyó como parque de recreo para la aristocracia y, hoy, es la zona de senderismo más importante de la ciudad. De hecho, el Camino de Santiago de la costa lo surca de este a oeste. La Peña del Ballenero y la Peña del Rey, rocas voluminosas utilizadas como puestos de avistamiento ahora habilitadas como zonas de pícnic, el reformado albergue de Ulía y las inusuales vistas de la ciudad son algunos de sus atractivos.
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