El martell sense mestre

Un error que se manifiesta de forma persistente puede poner en crisis el artefacto que lo sustenta. La quiebra de un sistema técnico siempre compromete la integridad y la fiabilidad de aquellos engranajes que, en función de agentes colaboradores, exhiben su preciso funcionamiento. Si observamos estos mecanismos más allá del propio dispositivo, como el conjunto de procedimientos y restricciones que definen un marco social, comunicativo o emocional, lo que el error evidencia es la necesidad de reinterpretar. O bien suprimir de forma definitiva las pautas que regulan las funciones de estos sistemas: un ejercicio de inversión de aquellas convenciones que establecen la distinción entre el buen y el mal uso. En el contexto de esta exposición, proyecto seleccionado en la Convocatoria 2013 en la modalidad de Comisariado los artistas son los responsables de señalar la quiebra de estos protocolos, ya la vez, aquellos que proponen nuevas estrategias de acción y significación. Una aproximación a las nociones de eficiencia y indisciplina a partir del vínculo entre técnica y subjetividad.