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El Garraf es vida: 5 escapadas para incrementar vuestra felicidad

Música, rutas, enoturismo, playas, cultura... El Garraf es un territorio atractivo para hacer una escapada y desconectar de la rutina, un pequeño paraíso que ahora podréis conocer a fondo. ¡Os explicamos cómo!

Time Out en colaboración con Garraf Turisme
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Cuando hablamos de escapar unos días, de desconectar y de alejarnos de nuestra rutina para recargar las baterías y volver a la actividad habitual con una inyección de energía, siempre vinculamos esta idea de escapada a ‘irse lejos’. Viajar al otro extremo del mundo, cambiar de continente, ir a la parte más remota de nuestro país, cruzar mares... Pero esta es una idea errónea. Muchas veces, las opciones para disfrutar y salir de los ciclos habituales las podemos encontrar muy cerca, sobre todo si somos de Barcelona o sus cercanías, y allá es donde la comarca del Garraf se muestra no solo como una posibilidad rica en opciones, sino además muy cerca de casa. Si miramos de cerca lo que nos puede ofrecer el Garraf, veremos que es mucho: playa y naturaleza, montaña y fiesta, vinos y gastronomía, cultura y festivales. Y esto es solo una pequeña parte. Escapar no significa irse a 10.000 kilómetros de distancia, sino parar por un momento la vida rutinaria que nos limita la felicidad –puede ser una semana, un día o unas horas– y hacer cosas diferentes con sentido e intensidad. Y, en esto, el Garraf os puede ofrecer todo lo que necesitáis. El Garraf es vida, y aquí os proponemos cinco escapadas –gastronómicas, culturales y vinculadas a la naturaleza y el deporte– ideales para hacer un paréntesis y recuperar el entusiasmo. Descubridlas!

1. Rutas naturales de belleza incomparable

El Garraf es un macizo montañoso compacto que esconde en su interior rutas para hacer a pie o en bicicleta para todos los perfiles -algunas muy fáciles, otras con subidas algo más exigentes-, y también diversidad natural en la flora y la fauna. Es una naturaleza que cae de golpe en el mar y que incluye pequeños valles donde encontramos pueblos de gran belleza. El Garraf, para entendernos, no es solo Sitges, sino que también es el tejido de caminos que conectan diferentes puntos de interés y que conforman una red de rutas naturales por amantes del senderismo. Imaginad que tenéis una mañana libre, o un fin de semana solo dedicado a la naturaleza: qué ruta haríais?
Hay varias rutas representativas, que podréis consultar en este enlace. Por ejemplo, hay una que es muy obvia pero necesaria, que es la que arranca en Sitges y culmina a la Ermita de la Trinitat, y que es bastante fácil porque permite una vuelta sin complicaciones y unos desniveles moderados. Aun así, es una ruta larga, de unos 15 kilómetros sumando todo el proceso, y requiere tener muy entrenado el hábito de andar. Otra ruta bonita es la que va de Vinyes a Sant Pere de Ribes, una caminata corta, de solo 5 kilómetros, pero exigente porque discurre por un camino estrecho que hace subida. Si os entusiasman las vistas y los parajes forestales, hay más opciones: la ruta de Canyelles, que os permitirá tener vistas panorámicas de la zona desde el Puig de l’Àguila, la de Cubelles que llega hasta la desembocadura del río Foix (ideal para ver pájaros y otra fauna autóctona) y la de Olivella, una ruta sin dificultad donde encontraremos monumentos como el castillo de esta localidad.

2. Festivales de todo tipo y de nivel internacional

El Garraf hace tiempo que está estrechamente vinculado al fenómeno de los festivales, gracias a acontecimientos de alcance mundial como el Festival de Cinema Fantàstic de Catalunya, una institución que no hace falta que presentar y que volverá en otoño. Pero si vamos más al por menor, encontraremos que el Garraf se ha convertido poco a poco en un punto interesante en el mapa anual de festivales culturales, algunos bastante más desconocidos para el público general, pero con un gran atractivo y calidad. Si consultáis esta web, comprobaréis que hay de todo: gastronomía, artes escénicas, festivales enológicos... Son muy importantes los festivales de música: Sons Solers, Tingladu, Jardins Terramar, Barraques Sitges, Nowa Reggae... En verano se celebran citas como Cubelles Noir –un festival de novela negra– y el festival de artes escénicas Dona Art. Y esto es solo una pequeña parte: la cultura brota por todo el Garraf.

3. Enoturismo: el vino es el rey

En la zona hay una quincena de bodegas –podéis consultar la lista aquí– que abren todo el año, y que os permitirán disfrutar y probar la variedad de vinos de la zona, en particular la variedad autóctona más importante que es la malvasía de Sitges, un tipo de vino que se produce aquí desde tiempos medievales, y que siempre se ha vinculado con la elegancia, el estatus y la distinción. Es un tipo de vino con un sabor particular gracias a las condiciones geológicas de la zona, y que muestra una gran infinidad de matices. Es por eso que os recomendamos trazar una ruta –en varias etapas, si puede ser, para alcanzar más variedad– e ir descubriendo los secretos de los vinos del Garraf, incluidos, en su mayoría, en la DO Penedés, bajo el sello Vins del Massís del Garraf.

4. Cultura y más allá: museos y monumentos

En el Garraf también os pueden ofrecer actividades culturales muy agradables. Cuando hablábamos de las rutas, salían iglesias y castillos, y estos monumentos también se pueden visitar específicamente; son conjuntos arquitectónicos con historia, significado y belleza. Pero hay mucho más. Si vais a Vilanova i la Geltrú, allá encontraréis un museo muy singular, el Museo del Ferrocarril de Cataluña. Podemos decir lo mismo de Cubelles, donde se conserva la exposición permanente dedicada a Charlie Rivel, quién fue el payaso más famoso e influyente del mundo ya hace unas cuántas décadas. En Sant Pere de Ribes no tenéis que dejar de visitar el castillo de Ribes y el Centre d’Interpretació dels Americanos, y también algunos de los museos de más renombre de Sitges, como el Museu i Palau de Maricel, o el Cau Ferrat, donde se conserva una de las mejores colecciones de arte modernista del mundo. Podéis acceder a una lista completa de museos del Garraf en este enlace.

5. Y finalmente, la playa: un paraíso para descansar

El Garraf tiene 25 kilómetros de costa muy bien aprovechada: hay unas 30 playas abiertas, y allí es donde podremos descubrir la dulzura del Mediterráneo. Una vez hemos acabado una ruta, o en un día especial de descanso, o al final del día o apenas cuando se quita el sol, el contacto con el mar es una fuente de felicidad y una oportunidad para cargar el espíritu. Las playas del Garraf son de arena fina, de aguas calmadas y cada municipio tiene su encanto particular. Por ejemplo, las de Sitges –especialmente la playa de San Sebastián– son de una gran belleza porque perfilan el pueblo antiguo, mientras que la playa de Ribes Rojas de Vilanova nos descubrirá una estatua icónica de Pasífae, que según el mito griego fue la madre del terrible Minotauro de Creta. También hay que visitar las playas de Cubelles, y otras que encontraréis en el siguiente enlace. Animaos a vivir el Garraf!

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