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Lo mejor de cada barrio: Horta

Un barrio completo, tranquilo y con encanto que fructificó gracias a la abundancia del agua

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Las masías de Horta

Las masías de Horta

Hasta que Horta no se anexó a la ciudad de Barcelona, ​​hacia el año 1904, los grandes prohombres de la ciudad tenían aquí sus casas de veraneo. Muchas de ellas se han restaurado y reutilizado. Por el barrio encontraréis ejemplos como las que ocupan los restaurantes Can Travi y Can Cortada y restos de las antiguas lavanderías, pero sobre todo Can Mariner, masía del siglo XI que desde 2008 es la biblioteca pública del barrio, especializada en teatro. El edificio está incluido en el catálogo del Patrimoni Arquitectònic Historicoartístic de Barcelona.
Plaza Eivissa
Scott Chasserot

Plaza Eivissa

Esta pequeña plaza -no llega ni a los 1.000 metros cuadrados- vertebra casi toda la vida social y comercial del barrio. Hasta 1907 recibía el nombre de plaza del Mercado, ya que acogía el mercado municipal de Horta. Subir las escaleras de la estación de metro Horta de la L5 y asomarse en este lugar es como huir de Barcelona por unos minutos. Los abuelos que hablan en sus bancos son más famosos que la estatua de la ibicenca que hay en la plaza. Aquí encontraréis dos bares de referencia: el Quimet de Horta, que ha conseguido merecida fama más allá de las fronteras del barrio por sus bocadillos de chapata, y Louise Se Va, con bocadillos y ensaladas con denominación y banda sonora rockera.
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Parque del laberinto

Parque del laberinto

Si el barrio de Horta tiene el jardín más antiguo que se conserva en la ciudad, tenemos que presumir, ¿no? No es de fácil acceso, pero todo buen barcelonés debe visitarlo al menos una vez en la vida -y no vale sólo la visita que se hace con el colegio-, porque tiene el aura de un lugar lleno de magia. Está dividido en dos partes, un jardín neoclásico y otro romántico, y por sus 9 hectáreas encontraréis estatuas, palacetes, fuentes... ¿No me digáis que no es atractiva la idea de jugar al escondite con la pareja o con los niños entre los matorrales? El parque del laberinto es un lujo brutal que mucho no conocen todavía. Si no habéis ido, ¡ya es hora!
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