5 planes en familia para vivir aventuras en plena naturaleza sin salir de Barcelona

¡Solo para los más valientes! Barcelona tiene muchos miradores conocidos como el de los Búnkeres del Carmel o los numerosos que encontramos en Montjuïc. Pero ninguno supera las vistas que podemos disfrutar desde lo más alto de la ciudad, en la punta de Collserola: las vistas del mirador de la Torre de Collserola. En su planta 10 y a 560 metros sobre el nivel del mar encontramos un mirador que es, sin duda, el más completo de toda la ciudad. Después de un paseo por los infinitos caminos forestales del parque natural de Collserola podréis llegar a esta gran estructura que os llevará a lo más alto.
¡No os olvidéis de coger fuerzas con un almuerzo de Weikis porque esas emociones que viviréis necesitarán recompensa!

Muy cerca del Park Güell encontramos otro parque bien grande y menos frecuentado... perfecto para pasar un fin de semana en familia. Se trata del Parc de la Creueta del Coll, muy conocido por su gran lago convertido en piscina durante el verano, donde os podréis bañar si las condiciones de este año lo permiten, y donde se encuentra la escultura 'Elogio al Agua' de Eduardo Chillida. Una estructura de 50 toneladas de granito suspendidas en el aire, en uno de los espacios rocosos que dejó como herencia la antigua cantera que allí se ubicaba, y que sorprenderá a los más pequeños.
Además, también podréis observar las palmeras y dátiles que se extienden a lo largo del parque. También podréis pasar un buen raro en su zona de juegos infantiles, sus mesas de ping-pong y una canasta de baloncesto. Y, si os entra el hambre, subid por los caminos que zigzaguean la montaña hasta la parte más alta, donde encontraréis mesas de pícnic con vistas espectaculares sobre la ciudad. Un lugar ideal para saborear la dulzor de los Weikis y hacerse un selfie familiar.

Los toboganes son como los Weikis: ¡con una vez (o bocado) no nos conformamos!
Es por eso que os proponemos unos toboganes bien largos para que cada bajada cuente, como mínimo, por dos. Son los toboganes de Montjuïc, situados a la sombra del castillo. Los más pequeños no se podrán resistir a subir y bajar tantas veces como sus ganas lo permita. Y os aseguramos que los mayores también querréis deslizaros por ellos y disfrutar juntos de la brisa y las vistas que se contemplan desde allí. Y es que al estar en la parte alta de la montaña podréis ver parte de Montjuïc y de la ciudad mientras bajáis hasta el final del tobogán. Además, estos toboganes se encuentran al lado del Mirador de l'Alcalde y del parque Joan Brossa, un entorno boscoso y repleto de arenales con pasarelas y juegos de lo más divertidos. Vistas y diversión, ¿qué más se puede pedir?

Pasear, hacer deporte, saborear un buen pícnic en sus pesas, explorar la vegetación y hasta tirarse en sus tirolinas. ¡Que no falten los Weikis para este plan, porque vais a necesitar una buena dosis de energía para afrontaros a tanta diversión!
El Parc de Cervantes es una de las joyas que esconde Barcelona y en él encontramos uno de los jardines más bonitos de la ciudad, con una vegetación única por sus colores y sus formas. ¡Aquí reinan las flores y las tirolinas!
Además, también podréis aprovechar vuestra visita para jugar en su zona de juegos y en sus mesas de ping-pong. ¡Su ubicación en una zona poco transitada os hará desconectar de todo!

Seguro que conocéis muchos laberintos a través de la literatura o el cine, como es el de la copa de los Tres Magos de 'Harry Potter.' ¡Qué miedo!
Pues en Barcelona, también en lo más alto de la ciudad, encontramos uno que no da miedo, pero tiene el mismo nivel de dificultad. Se trata del Laberint d'Horta: un lugar espectacular donde os perderéis seguro (¡ya os lo avisamos!). Eso sí, si abrís un paquete de Weikis seguro que los peques encontrarán el camino de salida hacia vosotros, porque su aroma es irresistible.
Además, también podréis dar un paseo entre la naturaleza y descubrir el pabellón neoclásico. Os contamos una cosa más: la película 'El Perfume' fue rodada entre estos cipreses.