Skate en Barcelona

A pesar de que hay un buen número de locales, es donde se pueden encontrar también más turistas intentado hacer sus trucos y es una zona ideal para ver a riders con mucho nivel. El sol, las zonas de sombra y la facilidad para sentarse en cualquier rincón, parece que lo pidan. Además, el muro del MACBA es como si hubiera sido creado por el Dios del skate para que el hombre y la mujer tengan un paraíso terrenal en el que demostrar todo lo que saben hacer con el patín. También son famosos el gap (agujero) del final del muro, las escaleras que hay en varias zonas de la Plaza dels Àngels y la zona más plana. Incluso se puede convertir en un lugar de aventura en el que de vez en cuando toque correr…

Es el más nuevo y está en Badalona (carretera de Mataró, 2-20, Badalona). Se llega fácilmente con el tren. Tras acoger la mejor prueba de skate del mundo, las instalaciones se quedan aquí para que las puedan disfrutar los locales y los viajeros apasionados del patín. Se trata de un skatepark único en España, con zonas aptas para todos los niveles, de acceso exclusivo para skaters, más de 1.000 metros cuadrados y una situación envidiable en primera línea de mar. Tranquilos, no se parece a Marina d’Or. Skate Agora es mucho mejor y no hay jubilados.

Cuando se hicieron los X Games en Barcelona, el Ayuntamiento se comprometió a hacer tres skateparks medianos y uno grande para la ciudad. Este fue el primero de ellos, reformando la antigua zona que había para patinar en la playa de la Mar Bella y que estaba en muy malas condiciones. Hicieron un par de bowls (imaginaros un bol, pues algo así pero en grande), una snake y una pequeña zona de street que, rodeada de palmeras, arena y mar, no tiene nada que envidiar a algunos de los skateparks de California (bueno, sí, los chicos y chicas en bikini, que quedan en la arena justo detrás de unos arbustos).

El segundo ‘spot’ que construyó el Ayuntamiento fue esta skateplaza en los Jardins Áurea Cuadrado. Aquí sí que se construyó desde cero y, a pesar de que están un poco alejados del centro (hay que coger el metro porque patinando podríamos llegar hasta ahí con rampas), es de un estilo totalmente diferente a los otros de Barcelona. Como está bajo unos puentes, os podréis proteger del sol cuando lo necesitéis, un lujo poco habitual en las instalaciones al aire libre. No suele estar muy transitado y por la medida de los módulos y los obstáculos, es un buen espacio para principiantes.

El tercero y último skatepark mediano que se comprometió a hacer el Ayuntamiento al acoger los X Games. Ha tardado un poco pero ya está aquí. Es también una remodelación. Tiene 3 bowls prácticamente calcados y una pequeña zona de Street. Cada año se celebra la Hell Curving Party, una cita obligada para los seguidores del Skate and Destroy (término promovido por la revista Thrasher, la más famosa del sector), la vertiente más ligada al punk y la desobediencia del mundo del patín.