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Electric Bar
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Una vuelta por Passeig de Sant Joan

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Principio: Travessera de Gràcia. Final: Mallorca. Metro: Joanic y Verdaguer (L4). Tiempo: Media hora sin pasar por el Eléctric

1 Para mí, el paseo de Sant Joan siempre ha comenzado bajo el cartel de ladrillo en el que se lee AZULEJOS, aunque en realidad la rambla peatonal empiece con una escultura de Fray Pedro Ponce de León, profesor de sordomudos, que pasa desapercibida. De aquí hasta Verdaguer se suceden esculturas, fuentes (como la de Hércules, la fuente monumental más antigua de la ciudad), espacios de juego infantil y para la tercera edad. ¡Qué liga tan apasionante juegan los abuelos en las pistas de petanca!


2 A las abuelas, en cambio, las encuentro en el Mans d'Or (núm. 180), una tienda de labores donde cada mañana una maestra da consejos a las clientas que van a perfeccionar la costura.

3 De repente se abre el cielo y una luz me ilumina el camino hasta la librería bíblica Alfa Omega (número 172), un sencillo establecimiento con libros espirituales, desde la biblia infantil hasta un 'Libro devocional para parejas'. Esquivo los títulos de autoayuda y de la Nueva Era y me quedo con 'Perfeccione su inglés con la ayuda de Dios'. Es mucho mejor que las clases particulares.

4 Para leer al aire libre, lo mejor es la esquina del Oller (núm. 146). Los dueños han ido cambiado desde que se fundó esta institución en 1929, pero el vermut de la casa sigue siendo el mejor amigo de las croquetas.

5 El referente moderno de un barrio aburguesado es el ClubHula (núm. 131 a 133), una marca de diseño de cascos de moto born in BCN. Aquí tienen el estudio-tienda (con grafitis en las paredes y una nevera Smeg), con algunos cascos de la colección estampados con motivos urbanos y naturales .

6 Antes de llegar al monumento dedicado al cura rebelde Jacint Verdaguer -haced la conexión con el Canigó, la llama y los fuegos de San Juan- me paro y meto la naríz en la Casa Macaya (núm. 108). Desde la puerta ya se ve la magnificencia del edificio modernista de Puig i Cadafalch de 1901. Era una vergüenza que estuviera cerrado desde hacía un lustro (es propiedad de La Caixa y fue la protosede del CosmoCaixa y el CaixaForum). Por cierto, mirad el capitel: ¡se ve al arquitecto en Bicing! Que visionario...

Comer y beber

Adonis (Bailèn, 188)
Guapo como Adonis (pero muy ruidoso), un bar retro moderno para una cena informal (nachos, hamburguesa, carpaccio) y copa.

Baylina (Pg. Sant Joan, 115)
Una pastelería centenaria que hoy es el referente moderno del barrio.

Orchateria Verdú (Pg. Sant Joan, 132)
El líquido es lo que tocan mejor en esta esquina: orchata artesana, leche merengada y granizados de limón y café.

Can Josep (Roger de Flor, 237)
Un restaurante de producto, sin florituras, con una carta corta pero de calidad: buey, caracoles, habitas... Los precios pican.

Comprar

Bracelona (Provença, 372)
Un sugerente error disléxico en el nombre de la ciudad invita a sacar pecho en esta tienda de bañadores y ropa interior.

Sortir

Elèctric Bar (Travessera de Gràcia, 233)
Programación diaria de conciertos, cine, teatro y poesía subterránea, sólo a cambio de una consumición obligatoria. Free your mind and your ass will follow!

Museu del Clavegueram (Pg. Sant Joan, 98)
La curiosidad de algunos barceloneses no tiene... olfato. Si queréis ver los instentinos de la ciudad, la Fábrica del Sol organiza descensos comentados a los infernos. Es imprescindible reservar en el T. 93 256 44 30 y se exige código.

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