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The Fish and Chip Shop
©MariaDiasThe Fish and Chip Shop

'Fish and chips' en Barcelona

Pescado y patatas a la inglesa en versión mediterránea, 'hipster' y gourmet

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Una estampa tan costumbrista com el 'fish and chips' en el hábitat urbano londinense es exótica en el Eixample Izquierdo. Y exotismo y costumbrismo -a la catalana- se mezclan en The Fish and Chips Shop, en Rocafort con Gran Via. Un señor comercial intenta vender cursos de catalán y de cocina a Magid Alam y a su hermano Mani, quienes han abierto esta deliciosa esquinita. Buena suerte, vendedor: estos jóvenes pakistaníes -establecidos aquí en 1996- tienen un catalán tan impecable como sus habilidades gastroculinarias. "Un día, saliendo por la mañana del Apolo, me apeteció un 'fish and chips'. Y me dí cuenta que aquí no había ninguno -explica Magid-. Quisimos montar un 'fish and chips' pero que no fuera el típico cerdo grasiento de Londres". Puntualiza que en la capital también hay gourmets, muy cierto, los visitó para aprender.

En el lado bueno del pescado frito
Quien escribe esto, puede comparar el sórdido y correoso 'chippie' británico envuelto en papel de periódico, y también la delicia fresca y rebozada del Icelandic Fish and Chips de Reykjavík. Se trata del segundo caso; claro que en 'Björklandia' te clavan unos 20 euros por plato, aquí por diez-doce sales cantando La Traviata, con dos cañas, ración abundante (a 6,95 euros) y un pastel excelente.

"No utilizamos ni bacalao, ni perca, ni pagan, utilizamos merluza de palangre, pescada con anzuelo, si lo pescan con red queda muy blando", me explica Magid. Disfruto de los placeres 'curriquis' de una cerveza muy bien tirada y de un cucurucho de pescado buenísimo, delicado: la tempura va ahumada con leña de castaño y lleva romero, que mojo como un loco en salsa tártara, 'chutney' de mango y salsa de yogur.

Con todos los detalles estudiados
Las patatas también están a la altura, con cuatro especies y sal ahumada. Se autodenominan 'slow fast food': "Quizá tardamos veinte minutos en servirte el plato, pero te cortamos el pescado delante tuyo y ves cómo freímos la tempura", dice Magid. Los lunes cierran, no hay pescado fresco. La tienda es mínima: una ventana a la calle con estación de café; dentro, dos mesitas y una barra. Un 'take away' delante del metro, está todo estudiado.

Su hermano y socio es barman (¡en el bar Mutis!) y barista, y se encarga de la bebida y del café y de tener un vermut excelente. "Hacemos nuestra propia mezcla de café -40% café de Kenya, 40% del Salvador, 20% de Papua-", presume. Y veo que disponen de una imponente Marzocco, el Rolls Royce de las cafeteras exprés, que flanquea pastelería de producción casera que produce salivera. Y bocadillos de los buenos (¡no perdonaré el de calamares con su tinta y aliole la próxima vez!).

Los hermanos Alam han crecido en restaurantes familiares -como los muy auténticos y recomendables indopakistaníes Shalimar y Flor de Maig, en el Raval-. Y tiene la simpatía real necesaria para triunfar en un bar. Ambición e ideas: harán coctelería, noches de tacos de bacalao y bocadillo de ostras en tempura, y 'fish and chips' a las seis de la madrugada para los de la resaca: ¡pedid vuestro cucurucho ahora que todavía se puede!

Más información

The Fish and Chips Shop
  • Restaurantes
  • Bar de bocadillos
  • Sant Antoni
  • precio 1 de 4

Los hermanos Alam, paquistaníes con fuerte tradición de restauración en Barcelona (tienen el background de restaurantes familiares en el Raval, Shalimar y Flor de Maig) regentan un fish and chips de alta calidad: es sólo una tienda con barra y dos mesas, pero los cucuruchos los llenan de merluza de palangre con un rebozado suavísimo, ahumado con leña de castaño. Las patatas llevan cuatro especies, chutney de mango y salsa de yogur. Saben lo que se hacen: el café es buenísimo, los bocadillos también, tienen buen vermut casero y cerveza bien tirada. El cielo del hipster! Cuidado, que por la tarde descansan de fish and chips y vuelven a retomar la freídura al atardecer. Los lunes cierran, no hay pescado fresco.

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