Lo de cambiarlo todo para seguir igual. En 2015, tras la Boqueria, abrió Ostias Pedrín, un solvente lugar de cocina catalana que quería enseñar a los turistas -y recordar a los barceloneses- como era la ensalada de cebolla al puñetazo o unos buenos macarrones. "El atentado de la Rambla y los porrazos del proceso nos perjudicaron mucho, tocaba reinventarse", explica Ramon Pascual, un socio. 3 Lucas es una evolución del Pedrín -su brutal menú de mediodía no será olvidado- especializada en carne al horno Josper.
Bajo el mantra "de tenemos un Josper" se vende mucha burra -metafòrica- a precio de liebre (obviedad; el Josper proporciona una cocción uniforme, pero no arregla un mal producto). Esto aquí no pasa: dirige la proteína del argentino Ezequiel Trigo -especialista en carne, ex-Hetta- que nos aconseja elegir el corte vacuno más sencillo (entraña, 14 €) y el top, el ojo de bife (29,90 €, 350 gr).
La primera es un prodigio de concreción de sabor de ternera magra, la segunda un delirio de grasa infiltrada que te lleva a la euforia. Trigo sostiene que la mejor carne argentina se come aquí "porque allí nadie puede pagar 40 € por un kg de carne". Los entrantes son tan finos como recordamos la ostia: unos magníficos calamares a la andaluza con mayonesa de lima (9,60 €) y un bistec tártaro matizado con cilantro y rábano picante y trufa negra (14 €). No, no reinventan la rueda, pero no veas como la hacen girar.