Huid de los omnipresentes ramen y sushi y sumérgiros en la variada cocina de izakaya, las tabernas japonesas, en Can Kenji. Es probable que después no queráis dar marcha atrás. La idea es compartir platillos, como lo hacen en Japón, sin ningún orden, como si se tratara de nuestras tapas. Estáis en buenas manos.
Este cocinero experimentado autóctono del país nipón, propietario también del Aiueno, y el Sato y Tanaka, cocina con gran acierto platos como el tataki de bonito, albóndigas de shiitake, pato y cebolla con miso ... o productos más reconocidos (pero no por ello con menos buen resultado) como la costilla de cerdo ibérico guisada con miso y la hamburguesa. Baile de gustos nipones a tarifas saludables para su bolsillo.