En plena Barceloneta turística, donde cada día pasan 170.000 guiris y proliferan franquicias con quinoas y ceviches, aguantar treinta años sin desvirtuar la esencia tiene mucho mérito. El Merendero de la Mari, en el Palau de Mar, es eso: un restaurante familiar que honra una estirpe con un siglo de cocina marinera a sus espaldas. Lo fundaron Rosa María Ribera Vellvé y Jorge Coloma en 1994, después de ver cómo derribaban su primer Merendero de la Mari en la playa, en 1991. Hoy, sus hijos, Guillermo (chef) y Jordi (jefe de sala), mantienen el timón con la misma filosofía: cocina mediterránea, sabrosa y sin tonterías.
Aquí no encontraréis humo: encontraréis merluza fresquísima a la romana, almejas a la marinera, rape a la Mari, lenguado a la naranja, frituras que no fallan y arroces de verdad. Como el arroz de espardeñas, el de verduras o la "paella del Nen", entre seco y meloso, sin florituras. Y entre los clásicos, platos de coleccionista como los macarrones de la Mari, con receta secreta de Josep Maria Freixa (solo de martes a viernes). La zarzuela y la fideuá siguen siendo tan potentes como siempre, y de postre, el mítico "paquetito de crema": un hatillo de pasta filo frita relleno de crema pastelera que ya sirven en otros restaurantes. Unos 50 € por cabeza y cero decepciones: raciones generosas, sabor auténtico y el placer de comer en un lugar con historia y una terraza espléndida con capacidad para 230 personas.