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  1.  Taberna Kamikaze
    Foto: Taberna Kamikaze / MoneoMoneo
  2. Taberna Kamikaze
    Foto: Taberna Kamikaze / MoneoMoneo

Saboreamos la experiencia Kamikaze: ¡una fusión de Asia y el Mediterráneo en el paladar!

Si queréis disfrutar de alta cocina creativa con sabores de aquí y de allá, poned rumbo al Eixample y dejaos tentar por las propuestas sorprendentes y deliciosas de los chefs Enric Buendia y Arístides Ribalta

Time Out en colaboración con Taberna Kamikaze
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Viento divino: éste es el significado de la palabra japonesa 'kamikaze', un concepto que Enric Buendia y Arístides Ribalta, dos chefs que se habían encontrado en los fogones del Disfrutar, hicieron suyo para montar proyecto propio, la Taberna Kamikaze, en la calle Rosellón, 197, casi haciendo esquina con Enric Granados. Un viento divino que se respira sólo atravesar las puertas del local, sencillo, con piedra vista y madera por todas partes, donde se huelen los aromas que se filtran desde una pequeña cocina y donde en seguida se percibe que lo que allí ocurrirá no será cualquier cosa sino toda una experiencia foodie de alto nivel.
Nos proponen fusionar Asia y el Mediterráneo en el paladar y con toda su magnitud... Y todo, con producto de temporada. Y lo hacen con una carta que cambia cada tres meses, algo que, además, les permite investigar nuevos territorios gastronómicos para encontrar nuevas recetas. Recetas que se transforman en platos de una creatividad sorprendente y de gran complejidad técnica, que podéis saborear a la carta o haciendo unas tapas de lujo a precio más que razonable y que, aparte, conforman unos menús degustación juguetones que despiertan un montón de sentidos y que vale la pena saborear. ¡Os hacemos un avance que es toda una degustación!

Un festival de sabores

¿Qué os parecería empezar una comida entrando en calor con una sopa de sepia y wakame deliciosa? Una delicadeza en boca que pone el listón bien alto nada más empezar. Esta es la primera propuesta de un menú degustación de 17 platos que es todo un festival. Si la sopa es deliciosa, la galera que sirven a continuación, flameada, presentada con un aire elaborado con su propio fondo de cocción y acompañada de frappé de limón lichi es casi divina, una cata propia de Dioses. Y el festín continúa con otros aperitivos como el Chawanmushi de boniato y dashi, de gusto intenso con trasfondo de tierra y un toque de cacao; el cristal de puerro a la brasa con espuma thai, que se deshace en la boca en puro ‘foodporn’, la farsa trufa, que hay que buscar en un plato boscoso, o la hoja de shiso rellena de mejillones en escabeche picante y en tempura, de vicio. Y si los aperitivos son de vicio, los nigiris que vienen a continuación son 'bocatto di cardinale': de anguila y daikon, de toro con salsa yuke, de vaca madurada y de setas. Y eso sólo para empezar.

Creaciones de altos vuelos

La ronda de segundos sigue sorprendiendo por la calidad de los productos, las técnicas culinarias, la presentación y la explosión de sabores en boca. Una ronda que comienza con platos de pescado, como una deliciosa anguila en el huerto, con verduritas baby y vinagreta de pistacho, un salmonete con bizcocho de yuzu que hace salivar o un marmitako de parpatana de atún, espectacular. El salto a las carnes es suave y sabroso, empezando con un magret de pato salvaje al estilo chino y finalizando con un delicioso cordero con velo de amontillado, una variedad de vino de jerez, y con un praliné de pistacho que le aporta un toque diferencial. Y, para finalizar la comida con sabor dulce, podréis saborear un plátano caramelizado o deleitaros con un postre tradicional revisado con toque nipón: pan de algas con chocolate, wasabi, perlas de aceite y sal. ¡Brindad con sake para celebrar el buen gusto!

El arte de servir la mesa

Si os decidís por hacer uno de los menús degustación de Taberna Kamikaze, ya sea el más sencillo a 65€ y que incluye 11 platos, o, si lo queréis saborear todo, el completo con 17 platos, por 90€, id con hambre y con tiempo. Y es que en este espacio gastronómico la comida se convierte en todo un ritual que hay que disfrutar sin prisas y que puede alargarse a casi tres horas. Antes de sentaros, os recomendamos que paséis por la cocina, abierta en medio del local, y saludeéis a los chefs, siempre dispuestos y encantados de compartir con vosotros lo que cocinan. Y, una vez en la mesa, dejaos seducir por la magia de un servicio excelente en manos de un equipo de camareras que os explicarán todos los detalles de cada una de las creaciones que saboreéis. ¡Querréis repetir la experiencia Kamikaze!

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