Fans incondicionales de la buena comida, ¡debéis sentaros en una de las solicitadas tablas del Gelida ahora mismo! Morder la mejilla de cerdo que preparan os hará preguntaros cómo es que no habíais descubierto este mítico restaurante del Eixample antes. Tiberis a la vista uno tras otro. Tanto a primera hora de la mañana como al mediodía, cuando se reúnen trabajadores de la zona que buscan platos de aquellos que reconfortan.
Los más glotones debería tomar nota de los desayunos de tenedor que hacen: el capipota es el plato estrella, no pasarlo por alto. Aquí no hay menú, sino una lista larga de platos de cocina casera que no llegan ni a los 6 euros y que, si los llevas la fiambrera, te podrás llevar a casa o al trabajo.