Este precioso espacio, ubicado en la planta baja del hotel Villa Emilia, en el corazón del Eixample, está decorado cuidando hasta el último detalla para hacer sentir a los comensales como en casa. El salón, iluminado por una impresionante lámpara de araña y presidido por un elegante piano de cola, combina mobiliario antiguo y contemporáneo, que se distribuye formando rincones íntimos. Podéis escoger mesa junto al ventanal o junto a la chimenea, en unas mesas con butacas que invitan a relajarse y a disfrutar del momento.
Su carta propone una selección de platos elaborados con productos de temporada, de proximidad y de excelente calidad y producción ecológica, con sugerencias como la crema de calçots con lágrima de romesco, la bruschetta italiana o una ventresca de atún con aguacate y tomates semisecos, y postres exquisitos con pasteles hechos en casa. Y todo acompañado de los mejores vinos de la tierra.
Durante el mediodía, de 13 a 15.30 h, encontraréis dos menús semanales elaborados a partir de productos mediterráneos que llegan directos del mercado. Para cenar, de 20 a 23 h, el Bistrot se convierte en un espacio íntimo y tranquilo, ideal para relajarse. Podréis cenar a la carta y dejaros sorprender por las sugerencias que proponen los chefs, además de disfrutar de una amplia variedad de tapas y raciones. Y si os quedáis con ganas de más, podréis acabar la noche saboreando los cócteles del Zinc Bar, situado en el mismo hotel. Además, los domingos preparan un brunch de 12.30 a 15.30 h que os hará despediros de la semana de la mejor manera: un buffet de donde os podréis servir directamente o una serie de platos principales servidos en mesa.