Barcelona no para de reinventarse, y si hay un grupo que sabe cómo hacerlo con estilo, buen producto y una gran capacidad para entender el momento, es el Grupo Tragaluz. Con más de tres décadas creando espacios gastronómicos de referencia, ahora vuelven a dar en el blanco con una nueva apertura de la que ya se habla: Tapas Lobito, una versión fresca, urbana e informal. Este nuevo restaurante aterriza en el Born con una propuesta doble que fusiona lo mejor del tapeo mediterráneo con una barra de sushi de alta calidad. Todo, acompañado de cócteles y una bodega con vinos naturales que vale la pena probar.
El local, situado a un paso del puerto, en el paseo de Colom, ocupa una planta baja de estética cálida y contemporánea, donde la luz natural y los materiales nobles (como la madera, el mármol o el mimbre) crean un ambiente acogedor y cosmopolita. Aquí no hay separación entre cocina y sala: una gran barra abierta preside el espacio y funciona como un escenario activo donde se preparan en directo tanto las tapas clásicas como las piezas de sushi más delicadas. Hay mesas para grupos, rincones más íntimos e incluso un futbolín para relajar el ambiente: todo pensado para comer bien, pasarlo mejor y alargar la sobremesa sin prisas.
La oferta gastronómica está pensada para funcionar de sol a sol, con cocina abierta de 12 h a 23:30 h ininterrumpidamente, ideal para improvisar una comida, cenar largo o tomar unas tapas con amigos a media tarde. Con una carta ágil, pensada para compartir y con precios muy razonables, Tapas Lobito no es solo una buena noticia para el barrio, sino para cualquiera que ame la buena comida sin formalismos.
Para los amantes del pescado crudo y las barras japonesas, la sorpresa es mayúscula: su barra de sushi mantiene el nivel del mítico El Japonés, aportando un toque nipón que se convierte en parte esencial de la experiencia. Seas de tortilla y croquetas o de sashimi y nigiris, aquí hay sitio para todos. ¡Sigue leyendo, que te contamos más!