El Passeig de Gràcia vuelve a hacer sitio a una de sus iconas gastronómicas más queridas. El Tapa Tapa del número 44 estrena una nueva imagen, y lo hace sin perder ni una pizca de su carácter. Ahora, con un interiorismo renovado que combina elegancia y calidez, y con su espectacular barra de mármol blanco macael como protagonista, os invita a seguir viviendo las tapas como una auténtica experiencia.
El espacio ha sido rediseñado por el reconocido estudio Carlos Martínez Interiors, el mismo que concibió el Tapa Tapa original en el año 1993. Esta nueva etapa recupera la esencia de la marca, pero con un aire más actual y sofisticado. El local ahora dispone de distintos ambientes para adaptarse a cada momento del día: desde la zona de barra con tapas expuestas que hacen salivar solo con verlas, hasta rincones más tranquilos para cenas largas y conversaciones pausadas. También destaca la gran cocina abierta, donde podréis ver cómo se preparan los platos al momento y con producto fresco.
La carta sigue fiel a su espíritu: tapas clásicas hechas como es debido, con productos de proximidad como los huevos de Calaf, el arroz del Delta del Ebro o las verduras del Baix Llobregat. Os esperan platos como los calamares a la romana crujientes, la ensaladilla rusa de toda la vida, bravas de esas que crean adicción... Pero también encontraréis novedades que vale la pena descubrir: la tosta de steak tartar o el sándwich de rabo de toro. Y si buscáis alternativas veggie o veganas tenéis opciones como el wok de verduras con salsa de soja o el arroz vegetal recién hecho.
Con más de 30 años de trayectoria, el Tapa Tapa se ha convertido en un clásico moderno. Fue fundado por Artemi Nolla Furriol y hoy ya cuenta con 12 establecimientos entre Barcelona y Madrid. Pero el del Passeig de Gràcia tiene un encanto especial, tanto por su ubicación como por el hecho de ser el primero. Ahora, más bonito y mejor que nunca.
Si os gustan las tapas de verdad, con sabores auténticos y ambiente animado, pasaos y dejaos llevar. Tapa Tapa vuelve con fuerza... ¡y con hambre!