Santiago Segura improvisa en el Barts

Santiago Segura tiene un lugar en el imaginario colectivo de la comedia, y es indisociable a un personaje que pasará a la historia del cine español. Dibujó la perfecta caricatura del típico y tópico policía ibérico. Machista. Fascista. Racista. Alcohólico. Putero. Seboso. En una palabra: Torrente. Cuando en 1998 dio a conocer al mundo este antihéroe de la España profunda y casposa, nadie sabía que habría Torrente y Segura para rato. Con 'Torrente, el brazo tonto de la ley' donde nos presentó este necio apocalíptico, se ganó un lugar en el corazón-quizás es más acertado hablar de estómago-del espectador de toda España. La aventura de Torrente no había hecho más que empezar. Pronto se convirtió en una saga que, después de cuatro volúmenes, aún no está liquidada. El abyecto anti-héroe 'nacional' puede revivir en cualquier momento.

Aparcamos el personaje, y volvemos a Santiago Segura. A pesar del volumen de dedicación que ha volcado sobre Torrente, le ha sobrado tiempo para participar en multitud de proyectos. Escribir historietas para 'El Víbora', montar una productora, ponerse a cantar en un concurso televisivo, dedicarse al doblaje ... y pensar que todo empezó rodando cortometrajes caseros con una Super-8 comprada en el Rastro de Madrid!

Con la sinceridad por bandera
'Santiago Segura in live in person' parte de la sinceridad desde su misma concepción. Se comprometió a hacer este espectáculo en vivo y ahora ve como los días pasan y todavía no tiene nada preparado. Señores, ir a ver a Segura se puede considerar deporte de riesgo. Para descargar parte del peso de la responsabilidad, el cómico opta por el diálogo. Avisa de que bajará del escenario, e incordiará a los espectadores-voluntarios e involuntarios-con un amenazador micrófono. Así, si el espectáculo fracasa, siempre podrá culpar al público.

"Esto será como cuando vas al zoo a ver, por ejemplo, un mandril. Sabes que existe porque lo has visto los documentales, pero nunca lo has visto in situ ". No lo podría explicar con más claridad. Cambiamos 'mandril' por 'Santiago Segura' y 'zoo' por 'Barts'. "Me pueden hacer fotos, saciar curiosidades, y comentar que soy todavía más bajo y más feo que en televisión, que para eso son el público". Eso sí, no hay garantías de nada: "Si alguien no se queda satisfecho, no pienso devolver el dinero de la entrada. Quedan así avisados ​​quienes tengan la inocente pretensión de venir a verme", concluye.

Ya hemos dicho que si algo tiene este espectáculo es sinceridad. En fin, que si lunes 11 por la noche no tenéis absolutamente nada mejor que hacer, siempre podéis pasar por el Barts. Segura dixit.