
Junto a Berruezo, en el sofá viejo y descosido, tenemos a Maria, que también nos adelanta que la música de Lippi "es brutal". No debemos olvidar que estamos ante un musical de última generación. Es un clásico contemporáneo, que tiene mucho que ver con la canallesca de 'Chicago' o 'Cabaret', pero que explica cosas nuevas, introduce instrumentos que los 'clásicos' no utilizaban, como la guitarra eléctrica, y ofrece tesituras más modernas. Berruezo habla de 'The wild party' como "un reto", ya que nunca había hecho frente a un registro como el que pide Lippi. Nada que ver, pues, con 'Cop de rock', 'Què' o 'Hoy no me puedo levantar'.
Marialluisa, que es una EGOS Teatre, añade que el punto de partida es diferente, ya que el músico y letrista estadounidense se inspira en un poema narrativo de Joseph Moncure March, censurado en 1928 por su carácter directo y explícito, y que es la gran influencia reconocida del escritor beat William S. Burroughs. La resonancia lírica es lo que hace realmente diferente este musical.
Montar una fiesta salvaje en un teatro pequeño como el Gaudí es lo más arriesgado-y estimulante-de la propuesta dirigida por Anna Valldeneu y Filippo Fano. "Aquí te lo ven todo", dice Santallusia. "No puedes toser, no te puedes esconder", añade Berruezo. El público, de hecho, forma parte del show y el bullicio se extenderá más allá del escenario, aunque los actores dejan claro que no los violentarán. La proximidad, aquí, es un punto a favor.
Habrá tocamientos, pero nada de explícito, ya les avisamos. Hay tema, pero no pornografía. Y diecisiete actores y cuatro músicos que están cocinando lo que será, quizá, el éxito de la temporada. 'The wild party' es un gran musical y el material humano que lo hace posible en nuestro país, de primer nivel.
Discover Time Out original video