Que uno de los grandes éxitos de la pasada temporada del TNC pase la Navidad en el Borràs es casi un acontecimiento histórico, un salto adelante importante de una compañía que lleva más de una década ganando adeptos paso a paso a un modo de hacer teatro que tiene el centro de gravedad en la farsa y cuyos intérpretes extraordinarios saben hacerlo todo.
'De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda' es un autohomenaje de La Calòrica, que nos habla del negacionismo climático, sí, pero también de una tropa que a finales de 2019 alquila un local en L'Hospitalet y, al poco de estar ahí, se ven obligados a establecer un combate a muerte contra la porquería. Dos planes muy bien digeridos por el director, Israel Solà, que se mezclan a través de diálogos ágiles escritos por Joan Yago y que son ya marca de la casa.
Los calóricos Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Marc Rius y Júlia Truyol tienen aquí la ayuda de una auténtica diva, Mònica López, que les sirve para volar aún más arriba. Y para hacernos entender que cualquier cosa que nos ocurre hoy en día es fruto de dos factores: de lo que hemos hecho y de lo que hacemos, del poco cuidado con el que hemos tratado nuestro entorno y de las decisiones que tomemos en la actualidad. Si todo esto, que parece tan pesado, nos es servido de manera cómica y personal, como lo hace La Calórica, nos vamos a casa con la sensación no solo de haber disfrutado de un gran espectáculo teatral, sino también con ojos nuevos respecto a todo lo que nos dicen los que niegan que nademos en la mierda.