Time Out en tu buzón de entrada

Buscar

Don Joan

  • Teatro
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Publicidad

Time Out dice

3 de 5 estrellas
Autor: Molière. Dirección: David Selvas. Con: Anna Azcona, Javier Beltran, Nausicaa Bonnín, Cristina Genebat, Julio Manrique, Lluís Marco, Manel Sans, Sandra Monclús, Jordi Collet.
 
Dispersión. Eso es lo que transmite la puesta en escena de David Selvas del 'Don Joan' de Moliere. Una acumulación de ideas –unas acertadas, otras no– que compiten entre ellas por llevar al personaje y mito a una realidad inmediata. Un combate estéril ya que muchas irrumpen en el escenario sin la responsabilidad dramática suficiente para participar en la coherencia de la dramaturgia. Como un story-board inicial con multitud de viñetas que aun esperan su evaluación final para salvarse de la quema de la segunda vuelta.
 
En este 'Don Joan' parece que nada se ha descartado, que todo lo que ha ido surgiendo en el proceso creativo ha tenido la relativa suerte de mantenerse para mayor confusión del espectador que no sabe qué hacer con tantas vías sin salida ni desarrollo, empezando por el mismo generoso escenario. Don Joan (Julio Manrique) huésped y prisionero de un hotel que sirve tanto de teatro glamuroso de sus conquistas como de vestibulo a su desafiante descenso a los infiernos. Un espacio sin el matiz irreal que tienen las escenografías realistas de Anna Viebrock, en las que desde el inicio se percibe un algo discordante que luego facilita la transformación hacia lo extraño.
 
En este comedor –entre Stanley Kubrick, Wes Anderson, Alain Resnais, Ivo van Hove, Calixto Bieito y Noel Coward– también se produce una extraña asepsia de la erótica de la seducción compulsiva. La interpretación de Manrique crece cuando desaparece el elemento femenino de su horizonte. Su trabajo se vuelve más interesante cuando interactúa con un personaje masculino: su padre (Lluis Marco), el hermano de Doña Elvira (Jordi Collet) o su leal criado (Manel Sans). Entonces se presenta una sólida dialéctica del hombre que no se conforma con nada de lo que es justo, noble o decente.
 
Cuando hace de conquistador el elemento a conquistar actúa solo como sustento para una actuación dirigida a terceros. Un juego exhibicionista que no tiene nada de seductor y que hace del todo incomprensible la fascinación que ejerce sobre ellas. Si caen rendidas en sus brazos es porque la función que se ha montado Don Joan así lo exige.
 
Ellas tampoco parecen muy embuidas por el desfallecimiento amoroso. Se divierten entrando en el teatro de la seducción, nada más. Hasta la doliente Elvira (Sandra Monclús) aparece como una singularidad dentro del catálogo de recuerdos de alguien como Fellini en '8 y medio'. Funcionan con abierta autonomía, sobre todo la Carlota de Nausicaa Bonnin. En definitiva, como si 'Don Joan' tuviera más drama que explicar con los hombres de su vida que con las mujeres de su lista de presas abatidas.
Escrito por
Juan Carlos Olivares

Detalles

Dirección
Precio
24-28 €
Publicidad
También te gustará
También te gustará