Lluís Soler y Xavier Boada se convierten en dos pontífices aparentemente opuestos como Benedicto XVI, el intelectual tradicionalista y ultraconservador, y Francisco, el reformista radical y extrovertido. Ambos representan a la perfección el destino simbólico del pontificado: decidir lo pecado y lo permisible.
El papa
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Decidir qué es pecado y qué es permisible en la nueva obra del Teatro Akadèmia
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