Time Out en tu buzón de entrada

Buscar
Litoral

El Romea estrena 'Litoral'

Es la primera obra de la tetralogía de Wajdi Mouawad, el autor de la exitosa 'Incendis'

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
Publicidad

Los 'Incendis' del Teatre Romea y el nombre de Wajdi Mouawad son difíciles de olvidar. El dramaturgo canadiense se dio a conocer en Barcelona con la historia de Jeanne y Simon, dos hermanos en la búsqueda de sus orígenes; antes de firmar la tragedia de aires épicos, Mouawad rubricaba 'Litoral' (1999), primera obra de la tetralogía 'Le sang des promesses'.

Todo empieza con el mejor polvo de la vida de Wilfrid y una llamada que le anuncia la muerte de su padre. No lo llegó a conocer, lo abandonó cuando era un bebé después de que su madre muriera en el parto. Le dejó una maleta llena de cartas y ahora reaparece -convertido en fantasma- para acompañar a su hijo, que quiere darle sepultura en su país de origen. En este viaje a Oriente, Wilfrid encontrará a otros jóvenes que buscan sin éxito espacios para enterrar a sus padres, y cementerios llenos hasta la bandera con los cadáveres de las guerras. 'Litoral' no surge de la nada, recuerda a la biografía de Mouawad, que se marchó del Líbano de niño y que volvió con 25 años. Más que un viaje iniciático, lo calificó de odisea.

Marc Rodríguez hace de Wilfrid y Lluís Marco interpreta a Ismail y el resto de padres de la tragedia en esta propuesta naturalista y formal de la Sala Àtrium. El reto ha sido los diferentes niveles de realidad -a parte del padre hamletiano, a Wilfrid también se le aparece el caballero Guiromelan, una recreación de las fantasías infantiles que desaparecen cuando se es adulto-, la cantidad de espacios por los que transcurre la obra y el uso del lenguaje cinematográfico. "La acción no se detiene nunca, se ve desde diferentes puntos de vista; hemos trabajado planos, zooms y travelines con teatro", dice el director Raimon Molins.

Él ha visto en 'Litoral' esta cosa visceral, de grito, de texto necesario y también actual. Para él se una "obra chiflada", con humor ácido y puñetazos al espectador. Como el partido de fútbol en el que en lugar de pelota utilizan la cabeza de un muerto. Rodríguez apunta que la tragedia se huele en las preguntas de Wilfrid, cuando dice "quiero saber qué he venido a hacer a este mundo", pero también hay poesía. Marco, que escucha mucho durante toda la obra, la califica de "conmovedora y maravillosa", sobre todo cerca del océano, cuando el padre se siente culpable de dejar el mundo, pero sabe que debe anclarse al fondo del mar para que los jóvenes construyan su historia.

Mouawad vuelve a provocar la catarsis, sin ser críptico -ahora ya ha encontrado la fórmula para tocar a todos los públicos-. Y advierten: después de 'Litoral' uno se siente extrañamente vacío, pero con ganas de vivir.

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad