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El temps i els Conway

  • Teatro
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. 'El temps i els Conway', TNC
    Foto: David Ruano'El temps i els Conway', TNC
  2. Obra 'El temps i els Conway'
    Foto: David RuanoObra 'El temps i els Conway'
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

Àngel Llàcer dirige un 'El temps i els Conway' del que solo nos convence la escenografía y unos magníficos Biel Duran y Bàrbara Roig

La conversación del final del segundo acto entre Kay y Alan de 'El temps i els Conway' es, sin duda, uno de los hitos de la historia del teatro, comparable al 'Ser o no ser' de Shakespeare. Ella está decepcionada porque lo han perdido todo y añora la alegría de hace veinte años. “Hay un gran diablo en el universo y le llamamos tiempo”, asegura. Alan, que hasta entonces ha parecido el bobo de la familia, trata de calmarla: le recita un poema de William Blake y después le dice que “el tiempo es solo como un sueño”. En la producción que ha estrenado el TNC, Àngel Llàcer no falla aquí. Y mucho menos Biel Duran y Bàrbara Roig, espléndidos, ambos.

Priestley juega todo el rato con la percepción del espectador

Pero la pieza de J.B. Priestley es de alto riesgo, porque nada es lo que parece. Y el director puede tener la tentación de decantarla hacia una especie de vodevil familiar, detrás de la estela del primer acto, donde todo es algarabía. La obra comienza en 1919, el día del aniversario de Kay y del regreso de Robin (Carles Roig). Están todos los Conway, madre y seis hijos. Y se lo pasan teta gracias a la creatividad de Hazel (Júlia Bonjoch) y la energía vital de Carol (Roser Vilajosana). Al final del primer acto, Kay se duerme y saltamos veinte años, y todo ha cambiado.

Priestley juega todo el rato con la percepción del espectador. La escenografía de Marc Salicrú, extraordinaria, nos ayuda a situarnos, a percibir el drama. Sin embargo, Llácer no ha sabido canalizar las energías. En demasiadas ocasiones, los intérpretes están fuera de sí, o demasiado arriba o demasiado abajo. Muchos aspavientos, muchos chillidos, muchos bramidos. Ni la madre (Marcia Cisteró), ni siquiera Madge (Mar Ulldemolins), aguantan el tipo toda la función.

Escrito por
Andreu Gomila

Detalles

Dirección
Precio
A partir de 10 €
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