En 'El cartógrafo' el mismo Juan Mayorga deshace el misterio: la obra es el mapa. El texto, que regresa a la oscuridad histórica del Holocausto ya tratada en Himmelweg, es el mapa de un intrincado cruce de caminos en el tiempo entre la obsesión de una mujer por descubrir qué hay de cierto en la leyenda de un cartógrafo judío y su nieta, cartógrafos cabalísticos de una carta de la degradación del gueto de Varsovia, y la recreación de la historia de esa niña. El encuentro de esas dos líneas entra en el terreno de la especulación. Otra resigue la censura de los estados totalitarios, y otra de índole más íntima que parece secundaria si no nos fijamos en su surco fantasmal. Un mapa teatral que parece beber de la escritura borgiana –incluso en su aspecto esotérico– para discutirla pronto en su desarrollo dramático.
Autoría compleja y llena de ambición reflexiva defendida por una gran pareja de actores: Blanca Portillo y José-Luis García Pérez. Quizá sorprende un viraje interpretativo hacia el arquetipo, sobre todo el catálogo de personajes masculinos, pero finalmente se impone la desnuda intensidad.
Autor y director: Juan Mayorga. Con: Blanca Portillo y José Luis García-Pérez.