Heartbreak Hotel
Foto: Àlex RigolaHeartbreak Hotel
  • Teatro

Heartbreak Hotel

Un pequeño teatro en el corazón de Sants Badal que es también la casa de la compañía de Àlex Rigola

Borja Duñó
Publicidad

Time Out dice

Àlex Rigola e Irene Vicente han abierto en la plaza de l'Olivereta del barrio de Sants-Badal el Heartbreak Hotel, un pequeño teatro que será el centro de operaciones de la compañía y que permitirá que los espectadores estén muy cerca del escenario. Solo tiene 72 butacas y esto es exactamente lo que quería el director, para que los actores puedan expresar su intimidad en la distancia corta.

El local, un antiguo almacén de los años 50 que después fue parking y escuela de pool dance, tiene unos 150 metros cuadrados, 75 de los cuales son estrictamente la sala, un espacio diáfano diseñado por los arquitectos Francesc Guardia y Xavier Massagué, los mismos que han reformado el Lliure de Gràcia y el de Montjuïc, y también el renovado Espai Texas.

Hay función de martes a viernes a las 19h; los sábados a las 15.30 y las 20 h y los domingos a las 12 h.

Detalles

Dirección
Carrer Bacardí 35
Barcelona
08028

Qué ocurre

Glengarry Glen Ross

5 de 5 estrellas

En 'Tío Vania', Chéjov nos presenta un choque descarnado entre los que viven cabizbajos haciendo posibles las ilusiones de los demás y los poseedores de la tierra, entre los que salen cada día de casa para trabajar y los que se quedan a pensar. David Mamet, en 'Glengarry Glen Ross' hizo una operación similar, más urbana, más occidental, situando el conflicto en una agencia inmobiliaria donde, siguiendo los nuevos modos de impulso neoliberal, sus trabajadores se enfrentan al reto de tener que vender lo máximo posible: el ganador recibirá un BMW, los dos últimos de la lista serán despedidos. Rigola ha tomado este Mamet magnífico de los años 80 como si hiciera Chéjov, como si volviera a dirigir aquel maravilloso 'Vania' de 2017-2018, donde tenía a cinco actores que, sin apenas moverse, desplegaban un drama existencial de primera magnitud entre los ganadores y los perdedores de siempre. Al final de la función, lo único que querías era abrazar a Luis Bermejo e Irene Escolar. Aquí hay poca metafísica (no hay un personaje como Ástrov, el médico amante de los árboles), pero mucha contemporaneidad. "Se humilla sin contemplaciones, se miente sin manías, se insulta y se demoniza" Hay palabras duras: se humilla sin contemplaciones, se miente sin manías, se insulta y se demoniza. En un combate dialéctico de primera magnitud que los intérpretes asumen como si fueran ellos mismos, y no ningún personaje, quienes estuvieran exhibiendo el gran mapa de la maldad cotidiana. Porque 'Glengarry Gle

Publicidad
También te gustará
También te gustará