Dirección y dramaturgia: Silvia Ferrando. Intérpretes: Francesc Cuéllar, Alejandro Curiel, Marta Díez, Carme González, Carolina Manero, Gemma Polo y Glòria Ribera.
Aquí arriba se ven cuatro estrellas. Puede parecer excesivo para el primer trabajo de una nueva compañía (José y sus hermanas), con sus miembros recién salidos del Institut del Teatre. Es cierto que el montaje -dirigido por Sílvia Ferrando- muestra titubeos en el ritmo, algún gesto dramático que requiere más sustancia y un eco demasiado fuerte de otros proyectos de la avanzadilla de la dramaturgia catalana. Pero por encima hay -y eso hay que aplaudirlo con fuerza- un admirable discurso sobre la pervivencia en nuestro sistema de democrático de un marco mental y lingüístico inoculado de 40 años de franquismo. Un virus que provoca amnesia y dar por bueno lo que en otras democracias es inaceptable. Y encima se plasma en un espectáculo que pasa como un soplo: irónico, delirante, ágil, agitador, subversivo, divertido, comprometido, con tesis, humor y emoción a partes iguales. Un fantástico debut.