A Dagoll Dagom lo que mejor le ha ido a lo largo de su ya larga historia es el mar. Me refiero, claro, a 'Maricel'. Con 'Maremar' vuelven al mar, al viaje, pero en lugar del imponente galeón, están las pateras de la inmigración. Y es que la dramaturgia del espectáculo inserta la obra de Shakespeare en el contexto de la ola migratoria que inunda de cadáveres y dolor las costas del Mediterráneo.
Pericles es la fábula que una mujer (inmensa Mercè Martínez) le cuenta a una niña inmigrante. Una niña que llora, que solloza y enlaza su estremecedor lamento con una tonada musical a cappella. Un gran momento del espectáculo, como lo es la escena del prostíbulo, la interpretación de 'Abril 74' (de lo poco que hay de reconocible de Lluís Llach), o el torneo de candidatos. Pero como ocurre en el mismo original (aquí bastante condensado) 'Maremar' es una propuesta extrema, una mezcla entre lo bueno y lo menos bueno, entre la ambición poética y la farsa unidos con suficiente magia y talento, y excelentes coreografías de Ariadna Peya, como para cautivar.
Adaptación de la obra 'Pericles, Príncipe de Tiro' de William Shakespeare. A partir de la traducción de Salvador Oliva. Dirección: Joan Lluís Bozzo. Con: Cisco Cruz, Helena Gispert, Júlia Jové, Mercè Martínez, Marc Pujol, Aina Sánchez, Marc Soler, Albert Triola, Marc Vilajuana.