Los 5 motivos por los que os encantará ver 'Yerma' en el Lliure

Hasta el 16 de diciembre, disfrutad de la intensidad de este texto de Federico García Lorca dirigido por Juan Carlos Martel Bayod y con un reparto y equipo artístico espléndido

Yerma
Foto: Sílvia Poch
Time Out en colaboración con Teatre Lliure
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¡Vivid una oportunidad teatral única! Por primera vez en la historia del Teatre Lliure, subirá al escenario una producción propia sobre una obra de Lorca con una adaptación del clásico 'Yerma' en manos del director Juan Carlos Martel. Hasta el 16 de diciembre, esta tragedia de una mujer que no logra ser madre invadirá de sensibilidad, empatía e impotencia una sala Fabià Puigserver de Montjuïc que también será testigo de otro hito histórico: la primera vez que la actriz María Hervás actúe en la ciudad. Bajo el papel de la protagonista Yerma, la actriz dará vida a esta mujer que, al igual que otras protagonistas de Lorca, vive bajo la presión social de un entorno que hace indispensable la maternidad en una mujer casada. Esta nueva y atrevida producción se acompaña de un equipo artístico excelente que va desde un reparto estrella con nombres como Joan Amargós, María Hervás, David Menéndez, Bárbara Mestanza, Isabel Rocatti, Yolanda Sey y Camila Viyuela, a un espacio escénico del artista visual Frederic Amat, música original de Raül Refree y la asesoría en movimiento de la bailarina Lali Ayguadé, entre otros. Todos juntos han ideado y creado una experiencia teatral única para vivir, revivir, descubrir o redescubrir a este clásico del autor y rendir homenaje a sus palabras. Para saber más sobre esta nueva propuesta del Teatre Lliure, hemos hablado con su director Juan Carlos Martel Bayod y nos ha dado muchos motivos para ir a verla. Aquí os dejamos los cinco principales y ¡ya podéis conseguir las entradas!

1. Una protagonista excepcional

Interpretar a Yerma no es tarea difícil y encontrar a la actriz ideal es un riesgo que Juan Carlos Martel Bayod supo tomar con éxito. El estado febril, el respeto hacia el teatro y la valentía de María Hervás hizo que el director la escogiera como protagonista principal. Su actuación está a la altura de las palabras de Lorca y sabe perfectamente cómo ponernos la piel de gallina cuando menos nos lo esperamos, sea con su capacidad de templar la emoción como su timbre de voz. Para un personaje como Yerma –explica el director–, Hervás es clave por su fuerte carga ideológica y capacidad creadora: rasgos que aportan un posicionamiento consciente de derrumbar un poder y un sistema.

2. Una historia que emociona

La obra se basa en el poema trágico en tres actos del mismo nombre en el que Lorca nos muestra el conflicto interno de una mujer, Yerma, que no consigue ser madre. Como explica Juan Carlos Martel Bayod, vive esta frustración en un entorno que hace indispensable la maternidad en una mujer casada, cuyas principales funciones son la casa y los hijos. Y en su interior, el instinto maternal lucha contra la represión y la obligación impuesta. En las mismas palabras de Lorca, 'a través de la línea muerta de la infecundidad, el poema vive de la fecundidad'. Y es, precisamente, por ese motivo que la trama de la historia va mucho más allá del papel de la mujer y la maternidad. Es un texto que, a su vez, apela a cualquier persona a la que se le impide sentirse realizada creativamente porque hay todo un entorno que la bloquea. En el caso de 'Yerma', concretamente, la imposibilidad de tener hijos sin traicionar tu honra o hasta qué punto esta te hace derrumbar tus mejores propósitos. Es, en definitiva, un mensaje a la lucha por nuestros derechos a toda costa, en contra de la voluntad que imponga cualquier otra persona... aunque, al final, te quedes solo, pero seguro.

3. Una puesta en escena llena de talento

El compositor Raül Refree y la coreógrafa Lali Ayguadé han trabajado juntos para poner música y movimiento en la obra y el resultado ha sido un maridaje precioso, una suma de talentos que, en el caso de la música y el movimiento, casaban a la perfección en todos aquellos momentos corales que la obra necesita para convertirse en tragedia. Música popular, de tradición y un ingrediente que es el vacío, con ningún timbre que no sea el cuerpo u objetos que hay en el escenario. Como explica su director, tanto Refree como Ayguadé han entendido la obra desde el silencio y el resultado es exponencial y creciente durante toda la obra. ¡Os emocionará acto a acto! Y esto no es todo lo que encontraréis sobre el escenario, porque Frederic Amat, un lorquiano de pies a cabeza, se ha encargado del espacio escénico: un elemento indispensable para una obra cargada de simbolismos, desde el agua a la leche, pasando por las flores o la arena. Por este motivo, el escenario es un espacio que vela y revela donde el espectador es pueblo y mira espiando y proyectándose como en un sueño. Es capaz de acercar al espectador a la pieza y permite que la palabra sea la protagonista.

4. Un Lorca propio en el Lliure... ¡por primera vez!

Tener la responsabilidad de dirigir la primera producción propia del Lliure sobre una obra de Lorca es una responsabilidad gigante, eso sí, querida y tomada de forma natural, según confiesa Juan Carlos Martel Bayod. Quizás os estáis preguntando qué diferencia esta producción del resto, siendo 'Yerma' una de las obras más populares del autor y una de las más representadas. Pues solamente hay que mirar al equipo que ha trabajado: personas de edades que van de los 24 a los 70 años que han hecho que la producción atraviese generacionalmente y que a la vez tenga una contemporaneidad en todo lo que escuchamos y vemos. Por supuesto, uno de sus elementos clave es la interpretación profunda de una Yerma bajo la piel de María Hervás y una compañía que ha sabido incorporar todos los elementos indispensables y simbolismos de esta obra, mezclados con una propuesta musical y coreográfica trabajada al detalle y con mucho amor.

5. Unos mensajes muy lorquianos

No es la primera vez que la presión social sobre la mujer protagoniza una pieza del autor; es un tema recurrente en Lorca y está presente en su trilogía rural, junto con 'Bodas de sangre' y 'La casa de Bernarda Alba'. Esta trilogía rural es un pack de simbolismos de la naturaleza, de metáforas que se convierten en poesía, de retratos de una España oscura, de silencios de la sociedad y de una mujer que representa la expresión máxima de esperanza. En relación con lo que le ocurre a la mujer de Lorca, a 'Yerma' y, concretamente, a la 'Yerma' del Lliure, veremos personajes que tienen un papel importante y una posición concreta sobre la trama y cómo evoluciona. Hablamos de amigos de la infancia, amigas, maridos y otros personajes que están interpretados por nombres como Joan Amargós, David Menéndez, Bárbara Mestanza y compañía y cada uno aporta una gran sensibilidad a la obra. Se trata de un reparto que, como explica el director, ha sabido leer Lorca y acercarle a su realidad, su cuerpo, voz e incluso visión del mundo actual. Como el propio público, viven, ríen y sobreviven y, como la sociedad, hay quien será feliz en la ignorancia y hay quien, como Yerma, querrá saber y conocer, sin embargo, la decepción del saber.

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