Se anuncia como un espectáculo de payasos para adultos. Pero lo cierto es que se trata de un espectáculo para todos los públicos, ya que como dice su título, muy indicado, el payaso de Toti Toronell es tierno, inofensivo, amable y sin ningún tipo de crueldad. Es lo que en la jerga se califica de payaso excéntrico, derivado de Augusto, pero solitario y tenaz.
'Naïf' es una función ambiciosa y bien planteada desde el espacio escénico. Contiene algunas ilustraciones de pantalla que funcionan razonablemente bien, aunque en mi opinión, no se les da suficiente juego. Sin duda la aportación musical de Albert Dondarza es básica para cohesionar el espectáculo y darle una textura y una atmósfera. Además, el personaje del músico, tanto por el maquillaje, como por su manera de estar en el escenario, tiene un encanto que incluso está por encima del protagonista. Las entradas de Toti Toronell son recurrentes: la escalera, la silla, las bolsas de basura, la persecución del haz de luz, están resueltas con un exceso de precipitación. No están bien cerradas.
Que Toti Toronell tiene buenas maneras, magnífica gestualidad y futuro, lo demuestra, no obstante, el número de la fregona, que tiene sensibilidad, ternura, ritmo. Todo el movimiento tiene una armonía que da vida al juego amoroso que se establece. Si Toronell trabaja el resto a la misma altura que éste, el show mejorará y nos reiremos un poco más satisfechos.