Los secuestros en tono de comedia acaban mal. Para hacer reír los secuestradores tienen que ser torpes, mal avenidos y muy aficionados. El listo siempre es el secuestrado, capaz de darle la vuelta al síndrome de Estocolmo. 'New Order' lo tiene todo para cumplir con ese retrato, incluso un autor (Sergi Pompermayer) especializado en el género. Pues nos equivocamos. Esta pieza es el texto más abiertamente político de la cartelera. Casi un panfleto de agitación ideológica.
La comedia sólo es un mecanismo para bajar la barrera, igual que el intercambio de argumentos demagógicos es un ardid inteligente para dejar al espectador ante una disyuntiva sin matices cuando todas las variables del debate han dejado de tener sentido.
Pompermayer se posiciona con una claridad sorprendente y con una contundencia en su incorrección política que exige mucho valor personal. Además es un drama ético muy bien dirigido en el que destaca la 'madre coraje' interpretada por una entregada y herida Marta Domingo (sustituída en este re-estreno por Gemma Brió).