Pablo Derqui y Ibsen en tres pasos

Este es el tercer Ibsen de Derqui. Ha hecho 'Hedda Gabler' y 'Un enemigo del pueblo', cuyo protagonista, el doctor Thomas Stockmann, tiene mucho que ver con Gregor. "Es un paso más, un hombre que en pro de la verdad, se lo carga todo", dice el actor, que se pregunta si vale la pena servir a la verdad por encima de todo o si más vale ser "casuísticos". Manrique ha decantado el montaje hacia aquí, hacia la dicotomía entre pureza y relatividad, nos comenta Derqui. "Hablamos mucho, pero somos víctimas de una sociedad donde sólo hay propaganda y consumo, donde la política y las ideas son un velo", dispara.

Todo esto es 'El pato salvaje', el famoso subtexto ibseniano, que ha hecho que las obras de este autor noruego del siglo XIX fundaran el teatro burgués, el teatro contemporáneo. También es la historia de dos familias, la Ekdal (la de Gregor) y la Werle (la de Hialmar), ligadas para siempre por razones de servidumbre, de conflicto vital, de miedo y de orgullo. Y es una obra de carácter simbolista, con un pato que es la metáfora de muchas cosas. El ave está y vive en el pequeño zoo casero que el padre del Gregor tiene en casa después de que el patriarca de los Werle se lo regalara. Vive confortablemente instalado tras salvar la piel como un recuerdo del mundo de los humanos que lo cuidan. Un pato salvaje que ha olvidado la libertad, lo que era, que "vive una felicidad engañosa".

Derqui dice que esta obra le recuerda los cuentos de Tim Burton, por esta cosa onírica que rodea la pieza, de sueño lúcido. No obstante, no debemos olvidar que Ibsen continúa dirigiéndose a nosotros con una vigencia aterradora. "Ibsen proyecta el siglo XX y la sociedad del siglo XX aún perdura, con preguntas sobre el rol del individuo, el papel de la mujer, los roles sociales, la familia ...", asegura el actor, lúcido, como siempre. Él, de quien siempre lo recordaremos como el Biff Loman de 'Muerte de un viajante', haciendo de Gabriele y bailando con Clara Segura, volátiles, inmarcesibles, en 'Una giornata particolare', que se ha convertido en una estrella de la televisión española gracias a unas series que encuentra "poco agradecidas". Afirma que no ha hecho nunca una obra de teatro que no le gustara. "Siempre me he enamorado de mis personajes", dice. Y los espectadores lo sabemos.