En 'Una copia', la gran dama del teatro británico contemporáneo Caryl Churchill habla de la relación de un padre, Salter, con sus hijos Bernard 1, Bernard 2 y Michael Black. Uno de ellos es el original, los otros dos son clones. Treinta años después de los hechos, los hijos descubren la verdad (y que hay veinte copias más). Lógicamente, piden explicaciones al padre. ¿Por qué me clonaste? ¿Por qué no tuviste otro hijo? ¿Por qué soy una copia? ¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú?
Churchill es una autora imprescindible, una pionera sin la cual no se entendería la escritura teatral de las mujeres en Occidente. Y aquí nos sirve uno de sus textos más accesibles, un drama social con actitudes de comedia, que hace veinte años que se representa, sin cesar, aen su país y en todo el mundo. Las cuestiones éticas que plantea son, hoy más que nunca, de primer orden.
Lluís Marco y Raimon Molins dan vida a una obra que dirige el mismo Molins.
