El paso del gran río marca el día a día de los pueblos del sur de Cataluña. ¡Qué grandes tierras para hacer una escapada! Porque nos sorprenderemos de la variedad de paisajes, con un delta único pero, en el otro lado, unos Puertos de Besseit escarpados e imponentes. En medio encontraremos lleno de lugares de interés y de historia (en algunos casos trágica y no muy lejana), restos humanos bien antiguos, y, de nuevo a la costa, unas playas con kilómetros de arena. ¿Por dónde empezamos?
El punto de inicio lo tenemos en Flix, en la Ribera d'Ebre. Dicen los del lugar que el río los abraza. Y es que el meandro que describe, de cinco kilómetros, es espectacular y cobija al pueblo. Las aguas son muy tranquilas, y por este motivo es un muy buen lugar para iniciarse en el piragüismo. Llevaremos a cabo la actividad a través de la empresa
Rogles Aventura. Tendremos pues ya un primer contacto con el río, divertido y aventurero. Si en vez de piragüismo prefiere hacer otras actividades, la empresa también organiza rutas en BTT, senderismo y escalada.
De Flix nos vamos a Benissanet. La historia que aquí encontraremos posiblemente no es tan divertida como los deportes acuáticos, pero pensamos que es bueno conocer el pasado de muchos de estos pueblos, cómo vivieron muchos de ellos de manera bien cruenta la guerra civil española. No hace muchos años que en Benissanet se puede visitar el
refugio antiaéreo de la Font Gran, en el centro del pueblo. Se excavó entre agosto y octubre de 1938 ante los bombardeos constantes sobre los pasos del Ebro, y también en algunas poblaciones. Para visitarlo es necesario concertar visita en el teléfono 977 40 79 15.
Es prácticamente obligada la visita a
Miravet si estamos por estas tierras. Su castillo imponente en lo alto, la belleza del Ebro a su paso... Dad un paseo tranquilo por el pueblo, y entrad si os apetece al castillo, que ofrece una panorámica fenomenal.
Reservamos, sin embargo, un poco de tiempo de esta mañana para ir a las
Cuevas de Benifallet. Dejamos atrás la Ribera de Ebro y entramos en el Baix Ebre. Estaréis frescos, y las estalactitas, estalagmitas y excéntricas, formadas después de milenios de años de filtraciones de agua esculpiendo las rocas, os dejarán boquiabiertos. Son dos las cuevas abiertas al público, la Meravelles y la del Dos.
El próximo tramo de escapada lo dedicaremos entero a Horta de Sant Joan, en la Terra Alta. Además de visitar el pueblo, indispensable, entraremos en dos espacios bien distintos. En primer lugar en el Ecomuseo de los Ports, paraje natural que tenemos a tiro de piedra. Este es el principal centro de interpretación sobre los Puertos y hay una exposición permanente referente a la relación del hombre con las montañas de Besseit y también exposiciones de carácter temporal. Parajes que cautivaron a Pablo Picasso, que pasó algunos años en Horta, pintando, el pueblo y los entornos, en algunas de sus obras. Para saber más de la relación del pintor con Horta visitamos el Centro Picasso, que ocupa un edificio renacentista. No hay obras originales del pintor, pero sí reproducciones de todo lo que creó en las estancias en Horta y también mucha información sobre su vida y obra.
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Quizás ya va siendo hora de acercarnos al Delta del Ebro, esta magnífica extensión de tierra mar adentro gracias al arrastre de sedimentos por parte del río y que va cambiando a lo largo de las estaciones del año. Lógicamente por el Delta podríamos hacer horas y horas de excursiones, paseos, observaciones de aves... Por otra parte, muchas empresas proponen actividades, tanto en el río, como en el mar y tierra adentro. A ver si os parece bien esta que os proponemos. Se trata de la
Ruta de las Mejilloneras. Es necesario que vayáis a San Carlos de la Rápita, en el sur del Delta y en la comarca del Montsià, donde tiene lugar la salida con un barco que os llevará a la Punta de la Banya y a la Barra del Trabucador. La visita es guiada y se acompaña de degustación de mejillones y cava.
El tiempo que os quede antes de comer lo podéis pasar en el Centro de Interpretación de las Barracas del Delta, en
Sant Jaume d'Enveja, que pone de relieve estas construcciones que forman parte del patrimonio histórico y etnológico del Delta. Unas chozas sencillas pero resistentes, y de gran equilibrio natural y paisajístico con el entorno.
No queremos alejarnos del Delta sin hacer al menos una de las rutas a pie que hay señalizadas, para "tocar" naturaleza y, con un poco de suerte, ver algunas aves. Como no tenemos mucho tiempo y ya llevamos kilómetros acumulados, elegimos una que no es muy larga y llana, pero atractiva. Se trata la ruta de Ullals de Baltasar, en el sur de Amposta, tocando la carretera TV-3408. La elegimos también porque es un circuito recuperado hace pocos años. Los "ullals" no son otra cosa que balsas de varias dimensiones, ¡hasta cincuenta!, formadas a partir de la surgencia de agua subterránea, similares a cráteres lunares, y muchas de ellas con nenúfares descansando en ella. Un plácido paseo para decir adiós al Delta e ir al último punto de nuestro trayecto, en la punta sur, en el poblado ibérico de la Moleta del Remei. Se encuentra cerca de Alcanar, y se trata de los restos, sobre una colina, de un recinto amurallado de la tribu íbera de los ilercavones, poblado entre los siglos VII y II a. C. La vista del entorno es espléndida y en especial sobre el Delta. Los restos de un poblado antiguo desde donde observamos de donde venimos.
En tren: Hemos empezado el recorrido en la comarca de la Ribera d'Ebre, donde la compañía Renfe tiene estaciones en Móra la Nova, Ascó, Flix y Riba-Roja (902 240 202 / www.renfe.es).
En autobús: Estación de autobuses en Móra d'Ebre con destinos a diferentes ciudades catalanas y en los pueblos de la Ribera d'Ebre. Horarios a http://www.lariberadebre.cat.
En coche: Desde la AP-7, se puede acceder a la Ribera del Ebro a través de la N-420 cruzando el Priorat, oa través de la C-44.