Time Out en tu buzón de entrada

Buscar
Castell de Castelldefels
© Consorci de Turisme del Baix Llobregat

Escapada al Baix Llobregat: del mar a la sierra

Playa, sol y arena se funden en pocos quilómetros en la Serralada Litoral

Escrito por
Albert Tomàs
Publicidad

¿Qué mejor para una mañana de verano que la playa de Castelldefels? ¿Y qué mejor para una tarde de primavera que actividades al aire libre, ya sea en el Canal Olímpico o haciendo una buena ruta por el macizo del Garraf? Todo esto, y una dosis de historia, lo encontraréis en la ruta que os proponemos, que nos llevará del Castillo de Castelldefels a Begues, con parada marítima obligada.

Tarde día 1: cruzamos las puertas de la Historia

Para encarar bien la escapada, empezamos con una visita al Castell de Castelldefels, que se encuentra en el corazón mismo del casco antiguo de esta población. Dejamos el coche en el aparcamiento que hay cerca, en la calle Arcadi Balaguer, y en un santiamén llegamos a la fortificación. Si vamos con tiempo, las calles que rodean el castillo bien merecen un rato para entrar en contacto con el entramado urbano que pisaremos durante los próximos dos días. Una buena opción es rodear a pie la planta del castillo para encontrar rastros de la función social que desarrolló y su relación con el entorno más directo: un buen ejemplo es la masía de Can Gomar, en la calle Bisbe Urquinaona, que hoy acoge el Casal de Cultura. Lo más práctico es empezar la ruta por aquí, porque la entrada al castillo se encuentra justo al otro lado de donde estamos. Así pues, vamos bordeando por la derecha o por la izquierda las murallas, y al cabo de un rato llegamos a la plaza del Castell, donde se ubica la entrada. Topamos con una portada imponente: nos anuncia que dejamos atrás el presente para irnos muchos siglos atrás. Todo a punto para cruzar las puertas de la Historia.

Si hace un buen día, nos podemos abstraer -léase siesta- un rato en el Parc del Castell, dicho sea de paso, unos jardines bastante curiosos, con plantas exóticas y senderos dispersos, que nos conducirán al umbral de la fortificación. Lo primero que salta a la vista de este impactante documento arquitectónico es la posición privilegiada que ocupa, dominando el Delta del Llobregat y el llano de Barcelona, ​​del Garraf a Collserola. No es extraño que se encuentre allí. La localización estratégica fue clave en la elección del establecimiento, especialmente para controlar la llegada de naves a la costa. Este hecho no pasó inadvertido ni a nuestros antepasados ​​medievales ni a las civilizaciones que, desde tiempos inmemoriales, pueblan Castelldefels: justo en el lugar donde hoy se alza el castillo hay restos del Paleolítico, de un poblado ibérico y de una villa romana. No sorprende, pues, que las tropas de Carlomagno que vinieron desde el norte a reconquistar la zona del Califato de Córdoba se fijaran en el sitio. Justo donde nos encontramos ahora, lo primero que estos repobladores construyeron, en el siglo X, fue una pequeña capilla de estilo románico.

Podemos empezar la visita, precisamente, por la capilla, que se sostiene no sin inclemencias desde hace más de mil años. Su interior, sin embargo, ha sido restaurado y se pueden ver los colores originales y frescos neoclásicos, hasta hace pocos años inapreciables por los efectos de la Guerra Civil. Durante los siglos X-XV, con la expansión de Barcelona por el Mediterráneo, el comercio creció en la zona y se hizo necesaria, primero, la fortificación de la capilla durante los siglos XIV y XV y, finalmente, la construcción de un castillo que asegurara la protección de la zona, obra que se terminó a mediados del siglo XVI. Su interés es notorio y palpable, y a su alrededor hay doce torres de vigilancia, que le acompañaban en la función militar. Podemos hacer una visita por el interior el segundo domingo de cada mes. Nada mejor que un descenso suave por los jardines para cerrar la tarde.
Mañana día 2: sal, sol y arena
© Josep Cano

Mañana día 2: sal, sol y arena

Si creéis que una mañana de playa significa levantarse tarde, llegar pasadas las once, apalancarse en la toalla, y si te he visto no me acuerdo, pues muy bien, habéis acertado. Esto es exactamente lo que os proponemos para el segundo día de la escapada. En la playa de Castelldefels tenemos casi cinco kilómetros de arena (¡medio millón de metros cuadrados!) para elegir el lugar que más nos plazca: plantamos la sombrilla y las palas, y nos dejamos acariciar por la brisa mediterránea hasta el hora de comer, que no es poco.

Claro que también podemos dejar la pereza un rato en la toalla e ir a caminar por la playa, tal vez en dirección al Delta del Llobregat, para ver la ciénaga y cañaverales que acompañan la playa, o simplemente para estirar las piernas. Mientras remojamos los pies, y la arena se nos mete entre los dedos, sin embargo, debemos estar atentos para no caer en el síndrome del caminante despistado, que corre peligro de ser atropellado por un practicante de windsurf. Si nos pasa esto es que estamos llegando al Club Marítim de Castelldefels, desde donde se organizan salidas de este deporte, y también de embarcaciones con motor, motos acuáticas y catamarán.

El Club Marítim de Castelldefels es sólo uno de los dos centros dinamizadores de la playa. El segundo, más al sur, es el Club Nàutic de Castelldefels. Sólo de acercarnos, nos acosarán los aprendices de kytesurf de la Escuela Náutica Garbí, que está situada justo antes de llegar al Club Nàutic. En estas instalaciones históricas, nacidas de la voluntad ciudadana hace cuarenta años, también se organizan cursos de esquí acuático, optimist, windsurf y vela. Quién sabe si, a raíz de esta pequeño paseo, descubrís la pasión de vuestra vida y nace una bonita relación entre vosotros y el mar, el mar...
Publicidad
Tarde día 2: calma olímpica

Tarde día 2: calma olímpica

Después de comer, una buena manera de continuar el día es activarse un poco en el Canal Olímpic. Aproximadamente a la mitad del paseo Marítim tomamos la calle Disset, que nos conduce directamente allí. Esta instalación fue creada con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 y ha sido repensada desde sus orígenes. Hoy, tiene las puertas abiertas para todos los que quieran ponerse en forma o, simplemente, pasar un buen rato en movimiento. Podemos hacer algo tranquilo, como remo, piragüismo, canoa o kayak, ideales para los niños o para pasar una tarde de pocas revoluciones. Pero si venimos animados de casa nos podemos atrever con el esquí náutico y el windsurf. El material se puede alquilar sin problemas, la entrada vale 2 euros y está abierto hasta las 10 de la noche. Eso sí, si ya habéis tenido suficiente agua durante la mañana, o si no sois ningún lobo de mar, no sufráis. El Canal también ofrece actividades terrestres que se pueden practicar con toda tranquilidad: un rato de tiro con arco, o, mejor, de pitch and putt, os vendrá como anillo al dedo.

Si ni de esta forma estáis satisfechos, y lo que preferís es un poco de zumba, o echáis en falta el spinning, no hay problema: el Canal cuenta con un gimnasio y una piscina a vuestra disposición para quemar las calorías que haga falta. Cualquiera de estas actividades irá bien para desentumecernos después de la mañana de playa, y al mismo tiempo para pasar un rato diferente. Sin prisas podemos volver, hacia el atardecer, a dar un último paseo por el passeig Marítim, para cerrar, de la manera más relajada posible, un día redondo.

Día 3: a la sombra del litoral

El litoral de nuestro país tiene, también, un lado montañoso. Lo descubrimos tomando la carretera que va de Castelldefels a Begues, la BV-2411. Poco más de 10 kilómetros separan las dos poblaciones, aunque, como podremos comprobar, no tienen nada que ver.

Os proponemos empezar la mañana dejando el coche en la zona de Begues Parc y pasar por el centro de interpretación. Allí obtendremos una herramienta clave para la visita: los Itinerarios por Begues, una colección de rutas, alrededor del pueblo, reunido en forma de fichas y organizado de manera interconectada. Cada itinerario está pensado para ser realizado en menos de una hora, y la mayoría se mueven dentro del Parc Natural del Garraf.

Tomemos, por ejemplo, dirección sur, el que sale de Can Rigol y llega hasta el Mirador de Penya Ferris, punto ideal para disfrutar de unas vistas privilegiadas del macizo. 45 minutos de paseo tranquilo en la naturaleza que nos guiarán por Can Térmens, el Pla de Issula y los repetidores de Bassa Lacuna. Podemos continuar la excursión enlazando con el itinerario que va de los repetidores hasta Les Solius, un segundo mirador adentrado en la montaña. Desde aquí podremos volver a contemplar la frondosidad del parque natural, que, por valles y montañas, llega hasta el mar. Las posibilidades son infinitas: la mañana puede seguir con alguna otra ruta que nos lleve, por ejemplo, hasta la Creu de Montau, o la ermita de Santa Eulàlia, vía Can Pasqual. Más de 30 propuestas nos esperan.

Después de una mañana de caminata, para las últimas horas de escapada os sugerimos una visita al casco urbano de Begues. Un buen lugar de salida es la vicaría, originaria del siglo XIII. Adosada a la vicaría se encuentra la Església Vella de Sant Cristòfol, del siglo XVI, de estilo gótico tardío. Seguimos hasta la plaza de la Bassa Blanca y desde allí subimos la calle Creu del Joncar para ir a buscar la avenida Torres Vilaró, que nos llevará hasta el Raval de Sant Martí.

Perdámonos por la Begues urbana, isla de civilización en medio de un mar de verde, mientras el sol se esconde detrás de la montaña y la oscuridad anuncia la noche del bosque.

La Canasta
  • Restaurantes

Restaurante en primera línea de mar de Castelldefels de larga trayectoria y muchos reconocimientos, bajo la batuta personal de Miguel Yepes. Ya Xavier Cugat -uno de los salones lleva su nombre- subastaba aquí cuadros cuando volvía de sus viajes por América. Pero dejemos la historia atrás y centrémonos en la cocina. Una gastronomía con el pescado y el marisco como protagonistas, frescos, deliciosos, con arroces, fideuás y salsas para chuparse los dedos. Sin duda, uno de los grandes restaurantes de la comarca.

Abba Garden Amalur
  • Restaurantes

El restaurante del hotel Abba Garden se decanta por la cocina de autor, creativa, pero sin olvidar las raíces mediterráneas del país. La buena decoración, el jardín y las terrazas hacen de este restaurante un buen lugar donde ir a comer o a cenar -abre todos los días mediodía y noche- aunque no hagamos noche en el hotel.

Publicidad
Cal Mingo
  • Restaurantes
  • Mediterránea

Cal Mingo ofrece una alta variedad de menús y platos de carta, siempre respetando los principios de la cocina mediterránea y de proximidad. Destacan el bacalao, en todo tipo de cocción, y los platos de temporada y fuera de carta, como las setas, la caza y las verduras del Baix Llobregat. Recientemente han transformado los platos del restaurante en una carta de tapas, que os permitirá hacer una degustación de las delicias del chef Domingo Morilla. Especialmente indicado para grupos.

El Palau Vell
  • Restaurantes

Como restaurante no es demasiado "viejo", abrió sus puertas en 1998. Ahora bien, el edificio donde se encuentra ubicado sí tiene ya unos cuantos años: un palacio de principios del siglo XIX situado en el histórico barrio del Palacio de San Andrés de la Barca. Uno de los atractivos de entrar es conocer sus diferentes salones: el Petit, el Azul, el Cereza, el Verde, el Rústico... Especialmente encantador es el Chimenea, que conserva, como su nombre indica, la chimenea y también lámparas y tierra originales. Por la comida no sufráis, que quedaréis bien servidos y además podréis degustar productos de la huerta del Baix Llobregat.

Publicidad
Ona Nuit
  • Restaurantes
  • Fuera de Barcelona

Si queréis probar los productos kilómetro cero provenientes del Parc Agrari del Baix Llobregat os tenéis que acercar hasta este restaurante del Prat. Ensaladas, rissotos, woks, confit y canelones ‘de pota blava’ –uno de los platos propios de la comarca– son algunas de las propuestas de la carta, basada en la cocina mediterránea y con platos aptos para vegetarianos y celíacos. El restaurante tiene un gran compromiso con los proveedores de ingredientes de proximidad y de temporada, entre los que no puede faltar la alcachofa del Prat.

NH Porta Barcelona
  • Hoteles

Un hotel más que correcto, moderno, elegante, confortable. Un tres estrellas a cuatro pasos de Barcelona pero en un vecindario residencial muy tranquilo, ideal, pues, para descansar y como punto de salida de excursiones por la comarca del Baix Llobregat. Avisar de que el restaurante del hotel está cerrado los fines de semana, pero no os será un gran inconveniente ya que allí mismo hay buenos restaurantes para comer o cenar, y que podéis encontrar en el enlace http://www.barcelonaesmoltmes.cat/web/planifica/on-menjar.

Hotel AC Gavà by Marriott
  • Hoteles
  • Cadenas de hoteles

Si buscáisunhotel decuatroestrellascontodas las comodidades paradescansary tomarel sol, esta es unamagníficaopción.El hotel seencuentra en el paseomarítimo,en la zonaresidencialde Gavàmar,ycuenta conunapiscinaal airelibre.Tanto las habitaciones comolasinstalacionesdel hotel sonmuymodernas yconfortables.En lasproximidadesdel hotel hayunspaen el que podréisseguirrelajándoosallado del mar.

Publicidad
Hotel Hesperia Sant Joan
  • Hoteles

El Hesperia Sant Joan dispone tanto de habitaciones como de apartamentos, y es ideal para todo tipo de huésped: desde los que están cerca de Barcelona por cuestión de trabajo o negocios, como para familias que quieren pasar unos días en el Baix Llobregat. Piscina, sauna, jacuzzi o gimnasio son algunos de los servicios con los que cuenta, y que hacen más agradables los ratos libres en el hotel.

Hotel Frontair Congress Barcelona
  • Hoteles

Aunque por el nombre este hotel de Sant Boi puede parecer especialmente pensado para personas de negocios y congresistas, lo cierto es que también es del todo adecuado para parejas o familias, es decir, para pasar una estancia de relax o de vacaciones. Ayudan, y mucho, los magníficos servicios de que dispone: spa, gym, pádel... El restaurante, con una buena oferta de menú y de carta, es la guinda de este cuatro estrellas.

Parc Arqueològic Mines de Gavà
  • Lugares de interés
  • Fuera de Barcelona

El Centre d'interpretació del jaciment de les Mines Prehistòriques de Gavà es un equipamiento de referencia para revivir nuestro pasado hace 6.000 años y aprender como una comunidad del Neolítico comenzó a explotar unas minas de variscita el municipio. El yacimiento cuenta con audiovisuales y módulos explicativos, así como una reproducción de las minas y una pequeña parte de las mismas al descubierto. Muchas de las piezas descubiertas en el yacimiento se encuentran en el Museu de Gavà.

Teatre de la Passió d'Esparreguera
  • Teatro
  • Espacio de artes escénicas

Con más de 1.700 localidades y un escenario de 375 metros cuadrados, el Teatro de la Pasión de Esparreguera es uno de los más grandes de Cataluña. Las representaciones de la Pasión, que en 2014 se realizarán entre el 9 de marzo y el 4 de mayo, son su razón de ser, si bien el teatro tiene una programación estable a lo largo del año con montajes teatrales de todo tipo, conciertos, y también una escuela de teatro dedicada a la Pasión.

Publicidad
  • Museos e instituciones
  • Arte y diseño

El recinto de la colonia Güell, nacida en 1890, cuando el industrial textil Eusebi Güell decidía trasladar la fábrica de tejidos de algodón El Vapor Vell del barrio de Sants en Santa Coloma de Cervelló, está integrado por la propia colonia, el Centre d’interpretació y la Cripta Gaudí. Podéis realizar la visita con audioguías o, si lo preferís, los domingos y festivos, a las doce del mediodía, podéis hacer una visita guiada por todo el conjunto histórico, en el que los sábados por la mañana también encontraréis un Mercat de pagès con productos locales.

Espai Natural del Delta del Llobregat i el seu Parc Agrari
  • Lugares de interés

En el Delta del Llobregat tenéis numerosos espacios visitables que además son de acceso libre y gratuito. Marismas, lagos, estanques y playas son algunos de los rincones que podéis descubrir realizando excursiones a pie o en bicicleta. El espacio natural incluye el Parc Agrari del Baix Llobregat, una de las zonas agrícolas más fértiles del país que el parque quiere consolidar y promocionar. Muchos de los agricultores de la zona también hacen venta directa, un atractivo más de su recorrido por la comarca del Baix Llobregat.

Publicidad
Castell de Castelldefels
  • Lugares de interés
  • Sitios y edificios históricos

El Castillo, que se alza en el punto más alto de una colina y del que se habla por primera vez en documentos del siglo X, ha sido rehabilitado en buena parte y se puede visitar el segundo domingo de cada mes. El patio de armas, la sala de esgrima, la iglesia de Santa María o las cuadras son algunos de los espacios a los que puede acceder. Desde el mirador también se puede observar el macizo del Garraf, la sierra de Collserola, el plano de Barcelona, la montaña de Montjüic, el Delta del Llobregat y la línea de costa.

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad