Escapada al Garraf: entre budistas e indianos

¿Queréis explicar a vuestros amigos y conocidos que habéis comido en la primera pizzería que se abrió en toda España? Pues hay que ir a la pizzería Cap de la Vila, en la plaza del mismo nombre de Sitges. Levantaron la persiana en 1966, y desde entonces no han parado, ofreciendo lo mejor de la cocina italiana. Las pizzas están muy bien, pero tal vez la pasta fresca todavía hacen el establecimiento más distinguido y laureado.

Restaurante vinculado al hotel Dolce Sitges, se trata de un espacio muy elegante y que basa su oferta en una gastronomía mediterránea pero experimental y vanguardista. Podéis ir a la carta, pero hay que destacar su propuesta de menús: degustación, del marisco, y Ruta del Xató. Os citamos algunos platos: crema de castaña asada con huevo a baja temperatura y trufa negra; cazuela de rape y bogavante con tomate seco, castaña y cepa; o lubina a la sal con verduras al vapor y bearnesa tradicional. Nos gusta también mucho su selección de vinos catalanes, de todas las D.O.

Paellas marineras, ajo quemado, mejillones... pero también xató o tallarines de Vilanova. El Rossegall, muy cerca de la playa de Vilanova, ofrece lo mejor de la cocina marinera, con producto fresco y de calidad, y hace un guiño a la gastronomía propia del Garraf. Miráoslo si vais un grupo, ya que proponen menús de grupo a precios muy correctos, y también destacamos su menú degustación.

En La Pepa Jaleo se traen una cierta coña marinera, como lo demuestran por ejemplo con sus vídeos promocionales o titulando un apartado de su carta "De ida o de Huelva"... Y es que quieren que entrar en su local, o sentarse en su extensa terraza, sea una experiencia amable y divertida. Y eso sin ir en detrimento del servicio y la calidad de la comida que ofrecen, sino al contrario: os garantizamos que os servirán unos platillos, unas tapas y unos postres excelentes.  

Taberna vasca, la primera de la cadena Lizarran, y donde sirven pinchos, cazuelitas, y en definitiva lo mejor y más tradicional de la cocina vasca. Lugar también ideal para ir de tapas. Eso sí, es habitual que haya mucha gente, y por lo tanto es importante que vayáis a primera hora, ya sea de la comida o de la cena -vaya, si no os importa esperar, id cuando queráis.    

El Alenti es un hotel de diseño de construcción reciente y con cuatro merecidas estrellas, situado en la "calle del Pecado", uno de los lugares más emblemáticos de Sitges. No falta de nada, especialmente en las habitaciones, cómodas, luminosas, y equipadas con todos los avances tecnológicos. Ahora bien, si además os podéis permitir el lujo de alojaros en una de las dos suites que tiene, entonces la experiencia de haber pasado por este establecimiento ya os será inolvidable.

Todo un lujo. Frente al mar, en el paseo más conocido de Sitges, el hotel La Niña -cuatro estrellas- se construyó hace poco más de una década juntando cuatro edificios del paseo de los que se conservaron sus fachadas originales y singulares. Encontraréis piscina, terrazas, parking, restaurante, salas de reuniones, y servicios exclusivos, como la posibilidad de recibir un masaje en la terraza de la piscina, o servicio de peluquería y estética.

Un lugar pensado especialmente para relajarse y desconectar. La masía Cal Simó data del año 1850 y la finca dispone de 5000 metros cuadrados en los que hay de todo: piscina exterior, zona de Chill out, barra de bar, huerto, espacio para hacer yoga, zona infantil o incluso una casa de muñecas. Dentro, las habitaciones son prácticamente todas tipo suite, y hay capacidad para 18 personas.

Muy nuevo y, a pesar de su nombre, no se encuentra en Sitges, sino en la vecina población de Sant Pere de Ribes, en una urbanización muy tranquila. Eminentemente funcional, pero también acogedor y elegante, el hotel puede ser adecuado tanto si estáis en la comarca del Garraf por temas de trabajo como de ocio. Si vuestro caso es el segundo, puede ser una buena elección tanto para ir a explorar la costa como para realizar rutas más al interior.

En el centro de Sitges y a 250 metros de la playa, el Galeón luce tres estrellas y es un buen establecimiento si deseáis pasar unos días alojados en una de las poblaciones más conocidas de la costa catalana. Entre sus servicios hay un jardín con piscina, amplios salones, garaje, y habitaciones con baño, aire acondicionado y TV vía satélite. Eso sí, no dispone de restaurante para comer o cenar, pero este es un problema menor en un municipio como Sitges.

Situado en el centro de Sitges, el Museu Romàntico ocupa la antigua casa Llopis, construida en 1793 fuera del recinto medieval amurallado y, durante muchos años, una de las mansiones más señoriales del nuevo ensanche de Sitges. En ella vivieron varias generaciones de los Llopis, estirpe sitgetana de origen marino que ascendió en la escala social gracias a la acumulación de tierras y el comercio de vinos y aguardientes. Aparte de hacer entrar al visitante en una casa acomodada del siglo XIX, en el segundo piso del museo podréis ver la curiosa colección de muñecas de la escritora e ilustradora barcelonesa Lola Anglada.

El museo se encuentra en la antigua casa de campo de los Papiol, una influyente familia que se instaló en Vilanova a mediados del siglo XVII y que contaba con un gran patrimonio que habían adquirido a través de la compra de bienes y enlaces matrimoniales. La casa conserva la estructura, la distribución y la decoración originales. El exterior sigue el canon austero de la época, con una fachada de estilo neoclásico y elementos arquitectónicos pintados. El interior, en cambio, destaca por su fastuosidad y elegancia. El circuito de la visita incluye el recorrido por la planta noble, el área rústica y el jardín.

Fundado en 1884 por el político y escritor Víctor Balaguer i Cirera, el núcleo original de la Biblioteca-Museo Balaguer está formado por el conjunto de libros y obras de arte que el intelectual había reunido a lo largo de su vida junto con la multitud de donaciones que recibió por parte de destacadas personalidades. Los fondos artísticos del Museo están formados por más de ocho mil piezas. En la exposición permanente destaca especialmente la colección de arte de los siglos XIX y XX, que por su valor y calidad convirtieron el Museo Balaguer en sección del Museu Nacional d’Arte de Catalunya.

Justo al lado de la estación de trenes de Vilanova encontraréis el Museu del Ferrocarril, con una de las colecciones técnicas ferroviarias más importantes a nivel internacional. Más de sesenta vehículos de todas las épocas, tecnologías y países integran su colección, en la que destacan 28 locomotoras de vapor que datan de finales del siglo XIX, incluyendo la más antigua de España y la última que estuvo en funcionamiento. También se exhiben coches de viajeros, máquinas diesel o eléctricas y otros vehículos curiosos.

Una antigua casa de indianos, el Palau Novella, se ha convertido en el primer monasterio budista de Cataluña, que está situado en medio del Parque Natural del Garraf. Podréis conocer mediante una visita guiada en la que os familiarizaréis con el arte budista y aprenderéis cuáles son los objetos sagrados de esta religión. El monasterio se encuentra en un entorno natural privilegiado que seguro que también le gusten visitar. Asimismo, se organizan talleres de meditación abiertos a todos.